Jorge Vilda explica el motivo por el que hacía ronda nocturna por las habitaciones de las jugadoras: «Soy exigente»

No obstante, mucho tuvo que ver también por su mala relación con las jugadoras internacionales, que llevaban pidiendo su cabeza desde mucho antes del Mundial. Apenas un año antes, varias futbolistas se negaron a ir convocadas con La Roja, algo que, según publicó Mundo Deportivo tiempo después, se debía al excesivo control por parte del seleccionador. A Vilda le acusaban incluso de atentar contra su intimidad durante las semanas de concentración, algo que había llegado incluso a afectar a su «estado emocional y de salud».

En aquel momento, según la versión de las jugadoras, Vilda obligaba a las jugadoras a mantener abierta las puertas de sus habitaciones hasta las doce de la noche para comprobar él mismo que estaban allí antes de dormir. Esta estricta vigilancia la confirmó también en 2024 Jenni Hermoso durante su paso por 'Planeta Calleja': «Cuando nosotras nos íbamos a dormir, teníamos que dejar la puerta abierta y esperar a que él pasara por la noche y dejar que él hablara con nosotras. Él decía que era el único momento que tenía para hablar personalmente con nosotras».

Sobre estas acusaciones ha hablado el exseleccionador femenino en 'El Cafelito', el podcast dirigido por Josep Pedrerol, director de 'El Chiringuito'. «¿Eras muy controlador?», le ha preguntado directamente el periodista durante esta charla, en la que Vilda se ha abierto en canal al hablar sobre el asunto que había llevado a las futbolistas nacionales a pedir su destitución ante la RFEF.

«Soy exigente, me considero un entrenador exigente», asegura el actual entrenador femenino de Marruecos a la hora de justificar sus métodos. Según Jorge Vilda, que le acusaran de ser «controlador» ha sido algo «de lo que más daño ha podido hacer», pues es algo «que se ha quedado ahí» después de que algunas jugadoras lo deslizaran públicamente.

El exseleccionador insiste en que para él hay «tres pilares básicos» en el mundo del fútbol: la alimentación, el entrenamiento y el descanso. «La alimentación estaba controlada con nutricionistas, con cocineros... El entrenamiento, por nosotros. Y luego el descanso», señala.

«No es cierto que las puertas tuvieran que estar abiertas, las puertas estaban entornadas con el pestillo echado para que al final del día, pues yo, con el doctor o con la fisio o con quien fuera, fuéramos a dar las buenas noches a las dos jugadoras, que en aquel entonces estaban de dos en dos en las habitaciones... Dábamos las buenas noches y hasta la mañana siguiente no se abrían. Fin», explica.

Con esa ronda nocturna, el objetivo era comprobar que las jugadoras estaban cada una en su habitación y que todas ellas descansaban bien durante la concentración: «No hubo ningún problema nunca en 17 años. Bueno, 17 años no, porque los últimos 5 no se hizo, pero los últimos 12 sí».

Jorge Vilda reconoce, además, que nunca se le dijo que este asunto fuera un problema por parte de las jugadoras hasta poco antes de que se pidiera a la RFEF que se le despidiera: «Si eso llegó a molestar, a mí no se me dijo. Eso sale después, cuando las capitanas hablan con el presidente y le piden mi destitución».

Además, el que fuera entrenador durante el Mundial conquistado por España también cuenta que, durante el juicio a Luis Rubiales, varias jugadores le mandaron mensajes de ánimo: «El valor de la gente que sabe que es un momento difícil de tu vida, injusto. Una cosa es lo que se publicaba y otra cosa es lo que yo he sentido por la calle. Durante el conflicto he sentido muchísimo apoyo y después del Mundial... apoyo, cariño, fotos, abrazos... que sigue habiendo».