Fútbol
El escándalo Rubiales: una familia en primera línea de fuego
La madre del suspendido presidente se encierra en una iglesia y se declara en huelga de hambre, su sobrina ejerce de portavoz y sus hijas le arropan ante la «cacería inhumana y sangrienta« que está sufriendo
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El pasado viernes asistía emocionada en Las Rozas a la rueda de prensa que su hijo, Luis Rubiales, ofrecía para defenderse de todas las acusaciones recibidas tras el beso que le dio a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas tras la final ... del Mundial, en Sidney. Ayer, sobrepasada por la presión y las continuas informaciones sobre su hijo, Ángeles Béjar decidió encerrarse en la iglesia de la Divina Pastora de Motril y declararse en huelga de hambre indefinida. Al menos hasta que se encuentre una solución a la «cacería inhumana y sangrienta que están haciendo con mi hijo con algo que no se merece».
Ángeles, que hasta hace poco regentaba una peluquería en Motril, aprovechó junto a su hermana (tía de Rubiales) la salida del párroco para atrincherarse y pedir justicia. «Si esta mujer (en alusión a Jenni) se sentía acosada desde el primer momento, que hubiera ido donde tenía que ir, no haber cambiado la versión tres veces», reclamaba Vanessa Ruiz Béjar, prima y portavoz del expresidente de la Federación, a las puertas del templo. «Su familia está sufriendo mucho por él. Queremos que Jenni diga la verdad ¿Por qué ha cambiado tres veces su declaración?», insistía al tiempo que elogiaba las cualidades personales y humanas de su primo hermano.
Este último giro en el guión es la constatación de la importancia que ha tenido y tiene la familia en la vida de Luis Rubiales. El exfutbolista no tuvo reparos en exponer a sus tres hijas, Lucía, Ana y Elena, en la mediática rueda de prensa del viernes a pesar de que dos de ellas eran menores de edad. Todas estaban en segunda fila escenificando su apoyo. «Hija mía, no llores, tienes que estar tranquila, contenta y orgullosa de quién es tu padre», le comentó Rubiales, deteniendo su discurso al ver que una de ellas no pudo evitar emocionarse cuando su padre explicaba que el beso a Hermoso había sido «espontáneo, mutuo y consentido». Las tres chicas son fruto se su matrimonio con la abogada Manuela Delicado Vega, de la que se divorció hace algo más de una década y con al que asegura que mantiene una buena relación.
En marzo de este año ya se había referido a sus hijas en una entrevista con Risto Mejide en su programa 'Viajando con Chester'. «La mayor, que tiene 20 años, estudia Historia del Arte, es una tía muy sensible y con un compromiso consigo mismo y con la sociedad. La mediana, de 16 años, es la que más se parece a mí, quizá la más reivindicativa y es, además, una tía también con una inteligencia bestial», apuntó antes de explicar que la pequeña, Elena, jugaba al fútbol y lo hacía con 17 en su camiseta, el mismo con el que él jugaba en su etapa profesional.
Junto a las tres niñas también se pudo ver a Luis Manuel Rubiales, padre del exdirectivo, licenciado en psicología, que ejerció como docente en las Canarias y que a su regreso a Motril se postuló como candidato a la alcaldía por el PSOE, cargo que ejerció entre 1995 y 2003. Posteriormente, asumió el cargo de delegado de Empleo de la Junta de Andalucía y se vio involucrado en un proceso legal relacionado por las ayudas otorgadas, en el marco de los ERE.
Su tío Juan le denunció
Pero sin duda, uno de los familiares más conocidos y que más polvareda levantó fue su tío Juan, que ocupó el cargo de jefe de Gabinete del presidente y que denunció ante la Fiscalía Anticorrupción el pago de fiestas privadas con dinero federativo cuando fue despedido tras la pérdida de confianza de Rubiales. El tío del exdirectivo declaró que su sobrino celebró «a principios de 2020 una fiesta en un chalé privado de Salobreña para unas jornadas de trabajo, pero no fue tal. a esa fiesta se invitó a un grupo de ocho o diez chicas jóvenes». También le acusó de intentar desviar dinero para su padre.
Precisamente este hecho fue utilizado ayer por Javier Tebas para cargar contra Rubiales: «Cómo y porqué sobrevivían los dirigentes de una Federación en la que la consideración para con la mujer es ir a buscar 'amigas' a una discoteca para su fiesta en un chalet en Salobreña durante una reunión de 'trabajo'. Qué ha fallado para que nadie quisiese escuchar a todos los que denunciábamos este y otros comportamientos».
Juan Rubiales también demandó a su sobrino por despido improcedente de la RFEF. Pero perdió.