Euroderbi de golazos y contundencia del Madrid

Los dos equipos decidieron plantar un bloque medio, invitando a su oponente a llegar a campo rival y buscarse la vida, así que el único modo de evitar un partido sosaina es que hubiera goles. Y cuanto antes. Eso hizo el Madrid en el minuto cinco, en su mejor jugada de la primera mitad.

Valverde, que infiltrado y medio cojo es un top cinco mundial como lateral derecho, se inventó un pase al espacio de Rodrygo. Solo le faltó mirar hacia otro lado para fotocopiar a Laudrup. El brasileño se marchó por potencia y velocidad de Galán, dejó con el molde a Lenglet con un recorte hacia la zona central del área y también se quitó de en medio a Giménez por inercia antes de soltar un zurdazo imparable para Oblak. Con los papelitos del tifo aún volando por el Bernabéu, el Madrid ya se había puesto por delante.

La misma jugada se repitió tres minutos después, pero esta vez Galán agarró y cuerpeó con Rodrygo hasta que el brasileño cayó dentro del área. Turpin entendió que no hubo contacto suficiente para pitar penalti. El VAR, tampoco. Caray.

El acomplejado inicio del Atlético obligó a Simeone a quitarse el abrigo más pronto de lo que él hubiese querido. Su equipo captó el mensaje y el Madrid fue cayendo en ímpetu e intensidad y jugaba con diez. Estaba Mbappé porque había una camiseta blanca con el '9' sobre el verde, pero ni corría ni marcaba la diferencia. Estaba en el medio, que es justo lo que detesta Ancelotti.

A la vez que el Atlético se adueñaba del balón y el Madrid perseguía sombras y no era capaz de juntar tres pases en zona de peligro, Valverde evitaba el empate con dos acciones defensivas impropias de un tipo que lleva tres telediarios en ese puesto. En las dos evitó el remate de Lino en el segundo palo, ya con Courtois superado.

El uruguayo, junto a Brahim, era de lo poco potable de un Madrid dominado que recibió de su propia medicina. En la primera que tuvo, en el 33, el Atlético le igualó el partido. Camavinga perdió el duelo con Julián, ambos acostados en la zona de Valverde. Superado Eduardo, el argentino se fue abriendo hueco, pero tampoco demasiado. No lo necesitaba. Es tan bueno que podría jugar en los Globetrotters y hacerle la competencia al Mago Pop. Levantó la cabeza y soltó un derechazo en formato banana que tocó la parte interior del poste izquierdo de Courtois. Golazo.

El 1-1 devolvió al Madrid el balón y al Atlético a su propio campo, pero no sabía por dónde meterle mano. Un disparo tímido de Valverde justo antes del descanso y punto. Faltaban ideas y piernas, justo lo que sobraba en los rojiblancos, que a pesar del tempranero tanto de Rodrygo lograron llevar el partido a dónde ellos querían.

Los diez primeros minutos de la segunda mitad volvieron a ser otro monólogo con el balón del Atlético ante un Madrid descoordinado en la presión y un tanto miedica defendiendo su propia área. Cuando te preguntan la parte del examen que no te sabes, lo normal es pifiarla. Eso pasó en el 53, en un centro de Galán que Rudiger no acertó a despejar. El balón le cayó a De Paul, solo dentro del área, pero por no pensar en que el alemán podía fallar concedió a Mendy la oportunidad de llegar a tiempo para taponar el disparo.

Y cuando más pinta tenía el partido de 1-2, pasó lo que suele pasar en el Bernabéu. Gol del Madrid. En el 55, una combinación de Brahim, Vinicius y Mendy acabó con el malagueño dentro del área, con Giménez delante. Lo sentó con un regate que recordó a uno de esos pasos de baile de Beyonce en Single Ladies. Luego disparó entre seis piernas rojiblancas para clavarla en el segundo palo. Otro golazo, celebración a los brazos de la grada fans y amarilla, claro. Sarna con gusto no pica.

Al 2-1 le siguió Ancelotti con la entrada de Modric por Camavinga. Era justo el cambio que necesitaba el Madrid para quitarle la pelota a un Atlético que tenía media hora por delante para ser toro o torero. Fue siendo una cosa y otra según movía Simeone las banderillas y el capote, y tuvo un buen disparo de Griezmann que paró abajo a Courtois, pero nada más. 2-1 y todos contentos.