El codazo de Tassoti a Luis Enrique que indignó a toda España

El tiempo ha visto grandes victorias para ambas selecciones, pero, como dicen, los malos recuerdos regresan a la memoria más a menudo que los buenos. Es por ello que en España jamás se olvidará el codazo de Tassotti a Luis Enrique , el día que un país entera lloró por su equipo nacional.

El Mundial de 1994 fue totalmente diferente a los anteriores. Fue el torneo que globalizó al fútbol por completo. Se celebró en Estados Unidos, que por aquel entonces era el país más rico y 'modélico' del planeta, y mediante una gran estrategia de marketing, se convirtió en la Copa del Mundo del merchandising. En ese instante, el fútbol empezó a ser el acontecimiento deportivo más importante del mundo.

La selección española firmó un buen papel en aquel torneo. Desplegó un fútbol vistoso y se plantó, con descaro, en los cuartos de final (que constituían la famosa barrera mental). España nunca había jugado unas semifinales de un Mundial, pero en 1994 había confianza . Era el momento.

Los hijos del 'catenaccio' suponían el escalón previo a las semifinales. El Foxboro de Boston estaba repleto y España entera, por primera vez en años, confiaba en superar a los transalpinos. El guión del partido quiso que Roberto Baggio pusiera el 2-1 en el marcador a falta de tres minutos para el pitido final. Sin embargo, la selección creía en la gesta. En el descuento, Salinas erró una clara ocasión e, instantes después, ocurrió la fatídica agresión . Cuando en un centro al área, Tassotti partió el tabique nasal a Luis Enrique sin consecuencias. Cuando España mereció ganar aquel partido y no lo hizo. Otra vez los cuartos de final. Era lo de siempre.

Acabó el encuentro y Tassotti fue a disculparse con Luis Enrique, pero el asturiano no las aceptó. Tuvieron que pasar 17 años para la reconciliación . Era 2011, 'Lucho' entrenaba a la Roma y coincidió con el ex central de la 'Azurra', que por aquel entonces era ayudante de Allegri en el Milán, en los banquillos de la Serie A. Un honesto apretón de manos cerró una herida que llevaba demasiado tiempo abierta. «Fue un desastre, pero me equivoqué y el destino me lo hizo pagar », comentó años después el italiano, que fue sancionado por la FIFA y no pudo jugar más en aquel Mundial.

Aquella escena en Boston refleja el sentimiento de impotencia de toda una nación. Es un dardo al corazón, una imagen que duele y que aún no se ha olvidado. El 10 de julio cada diario español reflejó en sus portadas la imagen de la indignación. Aquella tarde estival, media España se sintió Luis Enrique.

El asturiano pasó página, no es un tipo rencoroso y entendió que estas situaciones suceden en el fútbol. Sin embargo, esta noche tiene la oportunidad de cerrar con final feliz su negro capítulo con la selección italiana. A las 21:00, en el histórico Wembley se disputará otro Italia-España, otro duelo fraticida que seguro será recordado.