Eurocopa
Italia y Wembley, palabras mayores para la España de Luis Enrique
La selección prueba su crecimiento en esta Eurocopa ante un rival que lleva la friolera de 32 partidos sin perder
En el templo inglés, hoy con 60.000 hinchas en la quinta semifinal de España, Luis Enrique empezó su era
Directo Italia - España
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Iniciar sesiónEl imponente Wembley , punto de partida en 2018 de este viaje trepidante de Luis Enrique , juzga hoy a España , expuesta antes de lo esperado a un partido de los gordos contra Italia, la bella Italia. El proyecto, confeccionado para ... brillar en el Mundial de Catar del invierno de 2022, ha roto antes de tiempo por una cosa u otra y ahí anda la selección, con una sonrisa de oreja a oreja y consciente de la magnitud de una cita que le puede poner de nuevo a las puertas del paraíso, tan visitado en otros tiempos y del que solo queda un recuerdo nostálgico del que se habla demasiado. En los últimos nueve años, España ha gestionado de mala manera los grandes torneos y por fin en esta Eurocopa tan extraña se ha reconciliado con su gente a base de triunfos épicos y penaltis reparadores, por fin recuperado el respeto que se perdió por el camino. La selección, a la que también le ha acompañado la dosis de buena suerte necesaria en todo evento de esta magnitud, mira a los ojos de Italia, que se ha convertido en un equipazo sin que tampoco haya estrellas en la advenediza plantilla azul.
Londres, más pendiente del anuncio de Boris Johnson y del fin de las restricciones (19 de julio) ahora que, dice el primer ministro, se puede convivir con el coronavirus (más de 27.000 contagios ayer), alberga este clásico interminable del fútbol europeo, capítulo 38 de una rivalidad extrema que ha proporcionado de todo (11 victorias para ambos y 15 empates). Más allá del todavía doloroso codazo de Tassotti a Luis Enrique de 1994, que siempre vuelve a nuestras pantallas con más sangre si cabe cuando juegan estos dos países y que no gusta recordar al asturiano, España e Italia llevan toda una vida peleándose y se ha intensificado esa relación en los últimos años.
La selección se instaló en el cielo a partir de los triunfos a los italianos en las Euros de 2008 (los penaltis de cuartos que cambiaron la suerte) y 2012 (irrepetible esa final), pero también la derrota en la de 2016 (octavos) supuso el fin de ese ciclo virtuoso. Lo de hoy es el punto de partida para dos equipos muy jóvenes e inexpertos que en realidad persiguen lo que siempre han sido. « No podemos convertirnos en España así como así . Ellos tienen un estilo muy definido y nosotros somos Italia», resume con una lógica aplastante Roberto Mancini , al que se le encomendó la tarea de reconstruir a la ‘Azurra’ después de ni siquiera jugar el Mundial de Rusia.
Italia se desmelena
Y sí, Italia sigue siendo Italia, así que todo el mundo da por sentado que su base es la retaguardia, nadie mejor que ellos en el lícito arte de defender a la espera de hacer medio gol, con eso siempre le ha bastado. Bonucci (34 años) y Chiellini (36) , con 217 internacionalidades entre ambos, son las estrellas de una plantilla que cuenta con Immobile como referencia ofensiva, con Donnarumma como guardián de la cueva y con Barella como cerebro, notable la baja de Spinazzola por lesión. Sin embargo, y contrariamente a lo que siempre se ha visto, se ha desmelenado y lleva 11 tantos en esta Eurocopa, solo uno menos que España. Para su moral, que está disparada, un dato que es asombroso: van ya 32 partidos seguidos sin conocer la derrota, una racha que mejora sus propias cifras de hace casi un siglo.
España no repara demasiado en los números, o al menos solo los atiende cuando le interesan. En esta segunda etapa de la era Luis Enrique, la selección ha disputado 17 encuentros y solo ha perdido uno (Ucrania), pero ha ganado únicamente seis y el resto son empates. En la Eurocopa, y aunque ya se está en semifinales, realmente solo ha triunfado en dos (Eslovaquia y Croacia), pero lo que importa es seguir de pie y gestionar todas las circunstancias como puede ser una tanda de penaltis, pues no siempre se ha sonreído en ese arte. « Somos más parecidos a un equipo de club que a una selección nacional. El problema es que veo a Italia con el mismo comportamiento que nosotros», sostiene el técnico, empeñado en darle valor esta noche a la posesión.
Luis Enrique, que se resiste a dar por buenas estas semifinales (las quintas de la historia), ha emprendido una regeneración casi total e incluso se ha corregido a sí mismo por el camino. De aquella noche de Wembley, la de septiembre de 2018 con la que se introduce este texto, solo aguantan de ese equipo De Gea, Thiago y Busquets, siendo este último el único titular de esta España.
Todo lo demás ha sido un experimento sin fin con un puñado de jugadores desfilando por Las Rozas hasta que se ha dado, más o menos, con la tecla. De todos modos, el entrenador mantiene vivo al equipo con su método y con sus rotaciones, jamás ha repetido un once y cabe pensar que tampoco será esta vez. En buena parte porque Sarabia no está disponible (sobrecarga) y eso implica que haya una cara nueva en la delantera, seguramente la de Olmo . Lo demás funciona, pero con Luis Enrique, siempre vinculado a Italia y a Wembley, nunca se sabe. Lo importante, dice, es que el equipo siga siendo reconocible, y su España empieza a serlo.
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