EUROPA LEAGUE
Las lágrimas de Muniain
El joven jugador del Athletic se derrumba tras caer en la final de Bucarest contra el Atlético de Madrid
Suena el pitido final. Las caras delatan a los ganadores de la fiesta del fútbol español en Bucarest. También a los perdedores . Íñigo Pérez, Toquero y Llorente se derrumban. Llora Bilbao entera al perder otra oportunidad de levantar un título europeo. Lágrimas también ... en las mejillas de Iker Muniain , la pequeña estrella del Athletic que protagoniza sin quererlo una de las imágenes de la noche.
La desesperación llegó con el gol de Diego. Era el tercero del Atlético y ya no había marcha atrás. Muniain se arrodilla , la final estaba decidida: la Copa ya tenía el billete de vuelta para Madrid. Íñigo López se acerca para levantarle, aunque ambos saben que es demasiado tarde para remontar. El Athletic lo intenta con el corazón pero sin resultado, como en el resto del partido. Stark pita el final. La desolación de la mitad de la grada del estadio y la de Bilbao entera es compartida por un equipo que se ha entregado en cada partido de una temporada extenuante . De ahí el desconsuelo de todos, empezando por los más jóvenes. Pero también lloran jugadores experimentados como Gaizka Toquero o Fernando Llorente, que cuenta con una Copa del Mundo en su palmarés.
Especialmente dramática es la escena de Iker Muniain . Lo intentó sin suerte durante los noventa minutos. El gesto es de rabia e impotencia al no poder regalar una alegría a la afición, entregada desde hace meses al equipo. Muniain cae derrotado tras el final de partido. Nada ni nadie consiguen apagar su tristeza. Algunos rivales se acercan para tratar de dar ánimos al joven, pero no detienen su torrente de lágrimas.
Tampoco encuentra consuelo con el gesto cariñoso de Don Felipe en el palco al recibir la medalla de subcampeones. Los jugadores del Athletic se acercan a la zona del estadio donde se concentraban los seguidores bilbaínos para agradecerles el esfuerzo. Solo queda pensar en la final de la Copa del Rey contra el Barcelona, pero ni siquiera eso no alivia a Muniain, que sigue con el gesto roto. Al fin y al cabo solo es «Bart Simpson», un chaval de 19 años que ha vivido una de las mayores frustraciones de su vida. Nadie sabe si tendrá otra oportunidad de dar un título europeo a su Athletic, pero no es ningún secreto que por delante tiene un futuro prometedor.
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