Santiago Giménez, el voraz delantero mexicano que inquieta al Atlético

Confía el Atlético en el triunfo nocturno, en el alivio de la clasificación temprana, pero siente un inevitable temor hacia un chico que bien parece que entregó su alma al gol. Él es Santiago Jiménez, tiene 22 años, suma 18 tantos en 15 partidos en esta temporada -para estupefacción de propios y extraños- y afronta este duelo con la autoestima por las nubes después de haber hecho un triplete en el último partido del Feyenoord en la Eredivisie (2-4 en el derbi ante el Excelsior).

Ciertamente, el impacto de este delantero en el viejo continente es notorio. Porque más allá de sus estadísticas en un campeonato enemistado con la defensa como lo es el neerlandés, Giménez destaca por su inteligencia en un lugar tan complejo como el área. Se desenvuelve de maravilla el mexicano en terrenos minados de zagueros, usa el arte del amago, intuye donde caerá el centro o el balón rebotado y es voraz en el remate al primer toque. No obstante, también es prolífico en la propia creación de oportunidades -no es demasiado rápido, pero conduce con cierta clase y sabe asociarse (en especial con los habilidosos Stengs y Paixao). Es tanto su talento que su apellido es relacionado con asiduidad con gigantes como el Liverpool o, cómo no, el Real Madrid.

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Hijo del exfutbolista argentino Christian Giménez, el nacido en Buenos Aires pero criado en México, donde su padre desarrolló el grueso de su carrera deportiva, fichó por el Feyenoord en el estío de la campaña pasada tras deslumbrar en Cruz Azul. Era aún un postadolescente cuando cruzó el Atlántico, se instaló en un país de idioma imposible y costumbres contrarias. Pese a las abismales diferencias culturales, Giménez se adaptó de maravilla, marcó 23 años en su primera campaña en Países Bajos y, en la actualidad, es ya el líder absoluto de los de Arne Slot.

«Es un jugador con mucha fuerza, que está casi siempre bien ubicado en las progresiones ofensivas. Es muy peligroso cuando su equipo ataca por fuera», decía Simeone sobre el ariete en la víspera del encuentro. Asimismo, tanto el hambre de Giménez como el amplio sector de hinchada ultra de De Kuip, cuya numerosa representación sembró el caos en Madrid en octubre, son los únicos generadores de inquietud en una expedición rojiblanca que, por supuesto, no estará sola: como ha confirmado ABC, 1500 aficionados atléticos les arroparán en Róterdam.