El Atlético se estrella ante el campeón de Europa

El imponente Rose Bowl se convierte en estadio de fútbol -el genuino, no el americano- y la ciudad californiana de Pasadena se debate entre el caos generado por el tráfico en las mediaciones del estadio y el colorido ambiente de camisetas de todos los colores, incluidos blanco Madrid, azulgrana Barça y rojo selección española. Aunque el predominio es azul y rojiblanco, gracias a los aficionados -leales o puntuales- de Atlético y PSG. Para empezar con buen pie su andadura en el Mundial, Simeone recupera a Griezmann en un once con Lenglet y Le Normand como pareja defensiva, mientras que la única modificación de Luis Enrique respecto al equipo que se proclamó campeón de Europa hace dos semanas es la entrada de Gonçalo Ramos por el maltrecho Dembélé.

Una vez cumplida toda la parafernalia previa, con el anuncio personalizado de los futbolistas al estilo NBA que tanto aprecian por estas latitudes, llega la hora del fútbol. No presenta el Rose Bowl un mal aspecto, aunque lejos del lleno que suponen sus casi 90.000 butacas. Menos de dos minutos tarda en llegar el primer «uy» desde la grada, con una falta lejana de las que tanto gustan a Julián Álvarez que se marcha desviada por centímetros. Desde entonces, dominio incontestable del PSG en torno al faro de Vitinha. En primera instancia estéril, sobrepasado el cuarto de hora los franceses buscan ser más incisivos en sus posesiones y en la presión. Un empuje que tiene su premio gracias a la pérdida entre Lenglet y Lino, que castiga un preciso disparo de Fabián desde la frontal tras una buena combinación gala.

Lenglet estrena el capítulo de amarillas y el público estadounidense, fruto del desconocimiento, le ovaciona al ser anunciada su amonestación por megafonía. Le cuesta un mundo al Atlético superar las líneas parisinas. Una de las pocas ocasiones que prospera llega con un balón en largo de Oblak y una peinada de Llorente que dejan a Giuliano con campo libre, aunque el argentino es interceptado por un Nuno Mendes por cuyo forcejeo piden los rojiblancos su expulsión, un criterio contrario al de Kovacs y el VAR. El paso de los minutos relaja al PSG, permite a los de Simeone avanzar metros y convierten el tramo final de la primera mitad en un intercambio de golpes. Griezmann perdona una clara ocasión tras molestarse con De Paul y, en el contraataque siguiente liderado por Kvaratskhelia, Vitinha castiga la enorme pasividad de la zaga atlética y anota el segundo.

La reacción rojiblanca pasa por asumir protagonismo, por lo que Simeone retira al descanso a un desacertado Lino para dar entrada a Koke. Kvaratskhelia a punto está de sentenciar el encuentro, pero una milagrosa parada de Oblak evita el clásico tanto del georgiano. Pero el Atlético, en la segunda parte, es al menos capaz de incomodar el dominio galo. Julián logra recortar distancia, aunque Kovacs tras revisar la jugada en el VAR anula el tanto del argentino por falta de Koke sobre Doué. La actuación del rumano desespera a los futbolistas del Atlético. Si al partido le falta animosidad, el Rose Bowl, con mucho mejor aspecto con el paso de los minutos, la aporta con una celebrada ola.

Trata el técnico argentino de buscar un arreón final con la entrada de Reinildo, Gallagher, Correa y Sorloth, pero la tranquilidad del PSG apenas se ve perturbada, menos aún tras la expulsión de Lenglet, que ve la segunda amarilla por protestar una falta no señalada sobre el saque de Oblak. Se abre una grieta para que regrese la emoción a la recta final de encuentro, pero Sorloth se encarga de cerrarla con un inexplicable fallo a puerta vacía. Mayulu termina de ajusticiar al Atlético y Kang-in Lee, de penalti por mano de Le Normand, completa la goleada.