Bildu cuestiona los toros en unos Sanfermines a su medida y con Palestina de protagonista

A escasos metros de la sede de Servinabar 2000 SL (la mercantil propiedad de Egurrola beneficiada por los contratos públicos bajo sospecha) tiene su centro de mando María Chivite, la presidenta de la Comunidad Foral, relacionada con las partes y que trata de desvincularse del caso desde su estallido. Sin embargo, es unos pasos más allá, en el Ayuntamiento, donde EH Bildu viene preparando desde hace meses unos Sanfermines «feministas» e «inclusivos», moldeados acorde a la ideología de la formación liderada por Arnaldo Otegi.

La plaza no es un lugar más. Navarra, y en concreto Pamplona, es un símbolo en el imaginario de la izquierda independentista heredera de Batasuna. Allí proyectan la capital de Euskal Herria, su utopía socialista e independiente. Un lugar donde el Partido Socialista de Navarra (PSN) les devolvió el poder en diciembre de 2023, apoyando la moción de censura a la entonces alcaldesa de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Cristina Ibarrola, a quien relevaba entonces en el cargo Joseba Asiron.

Un año y medio después, el dirigente de EH Bildu ha ido dando poco a poco pinceladas de lo que serán los San Fermín 2025. Si en los últimos la Plaza del Ayuntamiento se convirtió durante el chupinazo en un lugar de exaltación para las proclamas a favor los presos de ETA, con la exhibición de pancartas pidiendo su excarcelación, en esta ocasión se suma el cuestionamiento de los toros y los encierros y el papel preponderante de las reivindicaciones por la causa Palestina.

Respecto a lo primero, fue en el mes de mayo cuando el Ayuntamiento anunció una encuesta ciudadana para medir el impacto socioeconómico y medioambiental de turistas y visitantes y el sentir de la ciudadanía sobre su percepción de aspectos centrales de las fiestas. Entre ellos figuran preguntas sobre la tauromaquia o aspectos religiosos sin los que, según afirmó Asiron entonces «cualquier encuesta estaría coja». Los resultados se darán a conocer una vez terminen los de este año. Y preguntado por el debate que abre subliminalmente la misma pregunta, unos Sanfermines con o sin toros, el alcalde ha dicho recientemente en EFE que está bien que estos «evolucionen».

El cuestionario no ha sido el único detalle que ha puesto en duda la tradición de las fiestas y su indudable vinculación tauromáquica. Al «inocente» encargo, con un coste de 124.754 euros, se ha unido en las últimas semanas la publicación del vídeo promocional por parte del Consistorio dirigido por EH Bildu. En él, con alrededor de un minuto de duración, no aparece ni una imagen de los encierros. Tampoco del santo patrón de la capital pamplonica que da nombre a la festividad.

En cuanto a la causa Palestina, éste año será Yala Nafarroa, asociación que apoya EH Bildu y dedicada a hacer proselitismo sobre la cuestión, la encargada de disparar el chupinazo. Una elección sometida a votación pública que, según ha criticado 'El Diario de Navarra', incumple el propio marco que establece el Ayuntamiento para seleccionar a los protagonistas, quienes, sean entidades o personas, deben estar exentos de militancia y haber contribuido de alguna forma a la ciudad en los «ámbitos social, académico, científico o cultural».

Yala Nafarroa, con un marcado carácter político, se posiciona a favor del cumplimiento de las resoluciones de la ONU que conciernen a Israel y Palestina, el reconocimiento del Estado palestino por parte de la comunidad internacional o la suspensión de relaciones diplomáticas y de asociación comercial y militar preferente con Israel. Además, a esto se añaden otras irregularidades que habrían impedido la inclusión de otras candidaturas como la de la familia Idoate, propuesta por la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Navarra.