Tras las huellas de Balanchine

Pero al margen de su importancia como creador, destaca también su faceta de pionero y su apertura de caminos por los que hoy, varias décadas después, muchos coreógrafos siguen transitando.

Buena prueba es el programa que ha presentado en los Teatros del Canal la Compañía Nacional de Danza, de clara inspiración balanchiniana; no en vano el director del conjunto, Joaquín de Luz, fue durante años bailarín principal del New York City Ballet, la compañía que mantiene el legado de Balanchine.

Tres coreografías, dos de ellas estreno absoluto, componen el programa. 'Where you are, I feel', del pujante italiano Valentino Zucchetti, abre la velada. Se basa en el 'Concierto para piano y orquesta en la menor' de Edvard Grieg, y es una pieza amable, musical, bien hilada, con un interesante juego escénico, pero sin ideas originales. Un bello ejercicio.

La vida de la cantante francesa Edith Piaf es la inspiración de 'Love Fear Loss', de Ricardo Amarante, en el repertorio de la CND desde hace dos años. Amor, miedo y pérdida son los colores de los tres pasos a dos que conforman la coreografía -acompañada al piano por Marcos Madrigal-, inspirada, lírica, acariciadora.

'Passengers Within' (Pasajeros en el interior), de Joaquín De Luz, nos revela a un coreógrafo (una faceta en la que no se ha prodigado apenas) imaginativo, optimista, valiente y sabio). La música de Philip Glass es la plantilla sobre la que dibuja su trabajo, de constante dinamismo y fortaleza.

No es novedad hablar de la calidad de los bailarines de la Compañía Nacional de Danza, que espectáculo tras espectáculo muestran su compromiso y su cohesión (a pesar de algunas imprecisiones en la primera coreografía), con solistas de la talla de Kayoko Everhardt, Cristina Casa, Giada Rossi o Anthony Pina.