J.K. Rowling desafía la ley escocesa de delitos de odio contra la identidad transgénero: «Que me arresten»

La ley, que amplía otra que ya penalizaba el odio por motivos de raza, color, etnia y nacionalidad, establece un nuevo delito con una posible pena de hasta siete años de prisión por incitar al odio por edad, discapacidad, religión, orientación sexual, identidad transgénero o intersexualidad, incluso en plataformas de redes sociales. La condena puede ir acompañada de una multa y una pena de prisión de hasta siete años.

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Rowling, junto con otras organizaciones de derechos, ha señalado que la ambigüedad del texto facilitará denuncias infundadas y ha lamentado que no se incluya la protección específica para las mujeres.

No obstante, el gobierno de Escocia, liderado por el partido independentista SNP, ha asegurado que legislará por separado contra la misoginia y ha insistido en que el propósito de la ley ha sido malinterpretado y que en ningún caso se restringirá la libertad de expresión. También han indicado que existe una cláusula que especifica que se permiten expresiones de «antipatía, ridiculización e insulto».

Ante la gran polémica suscitada, el primer ministro británico, el conservador Rishi Sunak, ha hecho unas declaraciones al diario 'The Telegraph' en las que ha subrayado que su partido siempre respaldará la libertad de expresión y que «La gente no debería ser criminalizada por declarar hechos simples sobre biología».

La escritora británica, quien fue víctima de violencia doméstica y aboga por albergues exclusivos para mujeres (sin acceso para mujeres trans), ha argumentado su desafío en que teme que esta nueva legislación «es susceptible de ser abusada por activistas que intentan silenciar» a quienes comparten puntos de vista como el suyo.

La controversia comenzó a forjarse cuando la creadora de Harry Potter, siempre polémica por sus opiniones acerca de las personas «trans», ha publicado varios mensajes en la red social en los que utilizó los pronombres incorrectos para referirse a mujeres transgénero, incluidas activistas y otras figuras públicas, apuntando que algunas de ellas tienen antecedentes penales por sus ataques a mujeres, y refiriéndose a ellas como 'hombres' a pesar de su identidad de género.

Ante las palabras de Rowling, la ministra de Seguridad para las Víctimas y la Comunidad de Escocia, Siobhian Brown, ha dicho que, si bien utilizar los pronombres equivocados para las personas trans no es un crimen de odio, la Policía podría decidir si investiga las expresiones de la autora. «Podría ser denunciada y podría ser investigada. Depende de la policía de Escocia decidir si es un delito o no», ha sostenido la funcionaria según recoge la BBC. La escritora británica ha invitado a las autoridades escocesas a que la arresten si creen que ha cometido un delito.

Además, Rowling ha censurado el impacto en las estadísticas en el caso de que «los crímenes violentos y sexuales cometidos por hombres se registren como si fueran perpetrados por mujeres». También ha señalado que, según su opinión, es una injusticia flagrante permitir que hombres compitan en deportes femeninos y que «hombres identificados como trans ocupen puestos de trabajo, reconocimientos y oportunidades que originalmente pertenecen a mujeres». Todo en contraste con «la realidad y la inmutabilidad del sexo biológico», ha puntualizado.

Como ha hecho en otras ocasiones, la escritora ha insistido en que la redefinición de 'mujer' para incluir a cualquier hombre que se identifique como tal ya ha tenido graves repercusiones para los derechos y la seguridad de las mujeres y niñas en Escocia, y que ha afectado especialmente a los más vulnerables, como las mujeres encarceladas.

Otro punto de la ley que ha generado debate es que la Policía escocesa señaló a las autoridades que necesitaba más tiempo para instruir a sus agentes. La legislación fue aprobada en 2021, pero un tercio de los agentes aún no había completado el curso de formación de dos horas, de acuerdo con 'Telegraph'. Algunos de ellos también han expresado su preocupación por el impacto que la investigación de las denuncias tendrá en sus recursos y en su capacidad para hacer frente a otros delitos.

El lunes, varios manifestantes se concentraron ante el Parlamento escocés para protestar contra la introducción de la ley, pero Yousaf afirmó a la cadena Skynews que era necesaria debido a «una creciente ola de odio contra las personas por sus características protegidas».

No es la primera vez que Rowling está dispuesta a ir a la cárcel por sus polémicas opiniones acerca de las mujeres transgénero. El año pasado, un artículo de 'Mail on Sunday' sugería que el entonces gobierno laborista de Reino Unido podría tipificar como delito de odio los ataques a la identidad de género, con posibles penas de prisión para aquellos que se negaran a utilizar los pronombres que las personas transgénero prefieran. La escritora contestó en X: «Con mucho gusto cumpliré dos años si la alternativa es el discurso obligado y la negación forzada de la realidad y la importancia del sexo. Que venga el caso judicial, será más divertido que la alfombra roja».