J. K. Rowling revela que temía que su exmarido quemara el manuscrito de Harry Potter

La escritora británica no ha dudado en calificar la relación con su exmarido como violenta y controladora y ha afirmado que éste también intentó guardar bajo llave el manuscrito para evitar que le dejara.

"A esas alturas me registraba el bolso cada vez que llegaba a casa. No tenía llave de mi propia casa porque él tenía que controlar la puerta principal. Y creo que no es una persona estúpida. Creo que sabía, o sospechaba, que iba a intentar escaparme de nuevo", ha detallado Rowling en el 'podcast', según recoge 'The Guardian'.

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La escritora y Arantes se conocieron hace más de 30 años en un bar de Oporto en el que Rowling enseñaba inglés y descubrieron su pasión común por Jane Austen. Se casaron poco tiempo después, pero su matrimonio apenas duró 13 meses. La autora ha afirmado en varias ocasiones que, en ese tiempo, sufrió malos tratos psicológicos y físicos. También Arantes ha reconocido que las discusiones fueron subiendo de tono y que le propinó dos bofetadas y que no se arrepentía de ello.

Rowling indica que durante esos días vivía en "un horrible estado de tensión" porque tenía que ocultar sus intenciones de abandonar el domicilio familiar. "Y, sin embargo, el manuscrito seguía creciendo. Yo seguía escribiendo. De hecho, él sabía lo que ese manuscrito significaba para mí porque en un momento dado lo cogió y lo escondió".

Cada vez más decidida a marcharse, "llevaba a diario al trabajo unas cuantas páginas del manuscrito -sólo unas pocas para que él no se diera cuenta de que faltaba algo- y las fotocopiaba. Y, poco a poco, en un armario de la sala de profesores, la obra fotocopiada crecía y crecía y crecía, porque sospechaba que, si no era capaz de salir con todo, él lo quemaría o se lo llevaría o lo cogería como rehén". La autora, que estaba embarazada de su primogénita, ha señalado, aparte de su hija, ese manuscrito era lo único que quiso salvar en su huida.

En el 'podcast', Rowling mantenía un diálogo con Megan Phelps-Roper, ex miembro de la Iglesia Bautista de Westboro, conocida por sus polémicos comentarios y sus frecuentes protestas contra la comunidad LGBT y otras comunidades marginadas. Con respecto a las acusaciones de transfobia que se ciernen sobre la autora de Harry Potter, esta ha declarado que no le preocupa cómo afectará a su legado la polémica que la rodea y que cualquiera que piense así la ha malinterpretado "profundamente".

"No me paseo por mi casa pensando en mi legado", continuó. "Qué manera más pomposa de vivir tu vida, andar por ahí pensando, ¿cuál será mi legado? Me da igual, estaré muerta. Me importa el ahora. Me importan los vivos".