Museo resituado
«Los artistas españoles sentirán que el Reina Sofía es otra vez su casa. Los muchos desterrados por la mirada partisana de Borja-Villel así lo dicen ya»
Manuel Segade, nuevo director del Museo Reina Sofía
Borja-Villel, «en fraude de ley»
El exdirector del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel
La mejor noticia es que un museo tan importante como el Reina Sofía cierra una de las más profundas crisis de su historia con el nombramiento de un director experimentado, que conoce el medio a la perfección y tiene una trayectoria que, si bien ... es aún corta por la edad (Manuel Segade nació en 1977), merece respeto.
Baste para probar su conocimiento darse una vuelta por la sala Alcalá 31, donde ha comisariado la muestra de Juan Muñoz que aún puede verse y tendrá su réplica en el CA2M, el centro de la Comunidad de Madrid que ha dirigido hasta ahora en Móstoles, con las obras más personales del autor, y que está a punto de inaugurarse.
Lo siguiente es desear que el Reina Sofía se convierta en un vecino amable, después de los últimos años en los que el exdirector Manuel Borja-Villel quiso convertirlo en un 'museo situado' pero en realidad le quedó un 'museo posicionado' ideológicamente.
Toda la respiración del centro, como hemos leído y publicado en ABC y otros medios, se dispuso en los entornos políticos de un solo partido, faltando así a la diversidad de géneros y narrativas que debe atender el rol de un museo nacional. Tanto su entusiasmo y entrega a las causas de la izquierda indignada como la desorientación propia de estos tiempos acelerados impidieron al nuevo 'zar' de los museos catalanes darse cuenta de que al musealizar –e institucionalizar– aquellos mitos urbanos contribuía a su extinción en las calles. Puro principio científico: todo objeto cambia cuando es observado. El museo se convirtió en un gran microscopio de las causas.
A favor de esta nueva etapa opera el trabajo que Manuel Segade ha realizado en el CA2M durante años. Su mirada es abierta en cuanto a la plástica española, no peca del sectarismo en lo ideológico de su antecesor. No es alguien que evite temas como la descolonización, tan de moda en el arte de hoy, pero hay muchas más cosas y más causas en su trabajo reciente. Tal vez se espera que logre un nuevo impulso en lo internacional, aunque lo que aseguran quienes han trabajado con él es que esa es una de sus virtudes, lo mismo que el riesgo, en el mejor sentido. En suma, los artistas españoles sentirán que el Reina Sofía es otra vez su casa. Los muchos desterrados por la mirada partisana de Borja-Villel así lo dicen ya a quienes quieren oírlo. Que lo disfrutemos todos los visitantes.