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Observan por primera vez a un orangután curando sus heridas con plantas medicinales

Durante más de media hora, el animal masticó las hojas, se untó el líquido sobre la herida y finalmente la cubrió con ellas por completo

No, el T. rex no era tan inteligente como un simio

La herida en la mejilla del rostro del orangután Rakus ARMAS
José Manuel Nieves

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Es la primera vez que los científicos tienen la ocasión de observar algo así. Un animal aplicando plantas medicinales sobre sus heridas con la clara intención de curarlas. Anteriormente ya se había observado que varias especies de primates tragaban, masticaban o se frotaban el cuerpo con plantas que tenían propiedades medicinales, pero nadie había visto aún a ninguno de ellos aplicándolas sobre una herida reciente.

El extraordinario comportamiento fue observado en un orangután macho de Sumatra (Pongo abelii), que aplicó sobre su mejilla hojas previamente masticadas de un tipo de allamanda (Fibraurea tinctoria), una planta trepadora utilizada en medicina tradicional para tratar heridas y afecciones como disentería, diabetes y malaria.

El hallazgo, que se publica en 'Scientific Reports', supone el primer informe sobre el tratamiento de heridas abiertas por parte de un animal salvaje utilizando una planta con propiedades medicinales conocidas.

Bajo la dirección de Isabelle Laumer, del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal en Constanza, Alemania, los investigadores observaron al orangután, llamado Rakus, durante el mes de junio de 2022 en el área de investigación de Suaq Balimbing, en el Parque Nacional Gunung Leuser, en Indonesia.

Así se curó Rakus

Rakus masticó el tallo y las hojas de la planta y, durante siete minutos, aplicó después repetidamente el líquido generado sobre una herida sufrida tres días antes en su mejilla derecha. Luego, Rakus untó las hojas masticadas sobre la herida hasta que estuvo completamente cubierta y continuó alimentándose de la planta durante media hora más.

En los días posteriores, los investigadores no observaron signos de infección de la herida, que se cerró en cinco días y se curó por completo en un mes.

Debido a que durante más de 30 minutos el orangután aplicó repetidamente la planta masticada sobre su mejilla herida, pero no a otras partes del cuerpo, Laumer y su equipo no dudan de que Rakus trató intencionadamente curar su herida.

Cinco días después de aplicar la planta masticada, la herida se cerró sin signos de infección. Al mes, la mejilla estaba completamente curada Safruddin

Investigaciones anteriores ya habían identificado propiedades antibacterianas, antiinflamatorias, antifúngicas y antioxidantes en Fibraurea tinctoria y no cabe duda de que las hojas masticadas ayudaron a Rakus a reducir el dolor y la inflamación causados por la herida y a favorecer su curación. Los autores no saben si esta fue la primera vez que Rakus trató una de sus heridas o si ese comportamiento fue aprendido de otros orangutanes.

Según los investigadores, el hecho de que Rakus tratara intencionalmente su herida sugiere que ese comportamiento podría haber surgido en un ancestro común compartido por humanos y grandes simios.

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