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Fantasías sexuales masculinas y femeninas: estas son las más comunes en cada caso

Erotizar la mente puede contribuir a mejorar las relaciones sexuales, pero los expertos aclaran que fantasear no implica necesariamente que se ponga en práctica lo que se imagina

Raquel Alcolea

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Fantasear, es decir, imaginar sucesos, historias o cosas que no existen en la realidad es algo habitual en el ser humano. Lo hacemos de forma natural y el hecho de crear una fantasía no lleva implícito que se quiera llevar a cabo, sino que se ... siente curiosidad por ese tipo de experiencia. Lo mismo sucede con las fantasías sexuales que, según define Rosa Navarro, sexóloga de Diversual, son pensamientos o representaciones mentales de contenido sexual que resultan excitantes. «Pueden ser historias muy elaboradas, una mezcla de imágenes o incluso pensamientos aislados que surjan de forma espontánea. También el hecho de recordar o rememorar encuentros sexuales ya vividos puede ser otro tipo de fantasías eróticas que se use para excitarse antes de una relación sexual, durante el encuentro o en una masturbación», explica

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