Beneficios del ballet: por qué a cualquier edad es buen momento para iniciarse

El claro ejemplo de ello es Body ballet, que no es ni más ni menos que clases diseñadas para que los adultos practiquen danza clásica correctamente, sin olvidar sus principios técnicos y artísticos. El Body ballet acerca la danza clásica a cualquier persona, jóven y adulta, con el objetivo de conocerla, estudiarla y disfrutarla, amén de trabajar el cuerpo (elongar, adelgazar y tonificar). Para ello, cuenta Carolina de Pedro, experta en danza clásica y profesora de ballet, que en clase se realiza «con la mayor cercanía posible» la técnica original, manteniendo en todo momento una buena postura y «la gracia y expresividad propia de los bailarines»; sin perder la disciplina y el respeto que la danza clásica requiere.

«Body Ballet se aleja absolutamente del estilo fitness. Es clásico, elegante, tranquilo, profundo y efectivo. En cada clase tonificamos el cuerpo aportándole flexibilidad y equilibrio trabajando con 'barre a terre' en donde intervienen ejercicios de elongación y estiramientos . Hay varios métodos de esta técnica creada por Boris Kniaseff, un renombrado bailarín francés, maestro de ballet y profesor de origen ruso. La mía tiene un poco de todo», dice la experta.

Dado que la musculatura se estira y se fortalece, la columna lo hace a su vez y parece crecer. En palabras de Carolina de Pedro, la elasticidad es «uno de los mejores y mayors beneficios del ballet para los adultos», aunque también se trabaja de igual forma el cuerpo y la mente: «Aprender ballet de adulto ayudará tanto a tener un cuerpo más esbelto como también una mente más ágil ».

Un indispensable para la práctica de esta disciplina es que quien la lleve a cabo sienta siempre cómodo y motivado con el ejercicio, de forma que pueda ir adquiriendo más capacidades y enfrentándose a pequeños retos cada vez más complicados. «Cuando practicamos Body ballet, ejercitamos al mismo tiempo el cuerpo y la mente. Así, estamos retrasando el proceso de envejecimiento físico, y también de nuestro cerebro», asegura la profesora de ballet.

Aunque aclaremos que el ballet no es un deporte sino un arte, sabemos que en los últimos años se ha convertido en una materia de fitness y ejercicio físico en muchos países. El ballet clásico ha estado rodeado desde siempre por muchos mitos y estos han hecho que mucha gente abandone la idea de estudiarlo y practicarlo. Lo más importante es, tal como dice Carolina de Pedro, que te pongas metas y objetivos reales . Saber qué queremos conseguir exactamente, con qué fin y en cuánto tiempo son parámetros que debemos fijar cuando nos ponemos fines a alcanzar en el ballet. «Qué, por qué, para qué, cómo y cuándo son las palabras clave que debemos utilizar para tener claro nuestro objetivo; si sabemos responder de forma concreta estas preguntas, nuestros sueños estarán un poquito más cerca», indica.

Si se buscan cambios físicos se aconseja esperar unos tres meses (siempre y cuando se vaya a clase dos veces a la semana como mínimo) para empezar a notar los resultados, aunque en menos de un mes la profesora asegura que se pueden empezar a notar cambios en el cuerpo. «Quizá no se note tan pronto en la silueta, pero sí te sientes con más fuerza, más firmeza y más resistencia en el día a día», sostiene. En cuanto al estado de ánimo de refiere, mejora muchísimo así como la autoestima. «Hay diferencias de autoestima entre las personas que bailan habitualmente y las personas que no lo hacen», expresa.

El ballet clásico nunca pasa de moda: es un arte sublime y exquisito. Lo principal es tener una buena actitud y, con trabajo y pasión, llega todo lo demás.