La curiosa actividad que te pone en forma sin peso ni gimnasio

A diferencia del ballet, en el que hay que acudir con zapatillas específicas, moño y muy posiblemente medias, y del fitness, que requiere de deportivas, por ejemplo, en el Ballet Fit no hace falta seguir un protocolo específico: «No requiere de ninguna vestimenta técnica específica. No obstante, es recomendable utilizar ropa cómoda ajustada al cuerpo para que el instructor pueda indicar las correcciones posturales precisas», explican desde Ballet Fit. Asimismo, tampoco es necesario un calzado especial: puede practicarse descalzo, con calcetines de algodón, zapatillas de ballet de media punta -siempre que sean de tela- o deportivas sin suela, de forma que se pueda doblar el pie con facilidad.

«No se necesita material para hacer Ballet Fit: todo es con el peso de nuestro cuerpo. Necesitamos una barra de ballet (aunque se pueden hacer las sesiones sin ellas, a pesar de que es el elemento diferenciador), y la respuesta a «cómo tienen los bailarines esos cuerpos» es sencilla: activan su musculación», desvela Gloria Morales. Y solo hace falta probar una clase de esta nueva actividad (en la que no hace falta una base de este baile para poder iniciarse en ello) para darse cuenta de que la sola estructura en la que está dividida ya se diferencia mucho de todo lo demás:

Ballet Barre (20 minutos): siguiendo los ejercicios de barra tradicionales del ballet, consiste en activar el cuerpo en su totalidad, trabajando la flexibilidad, el equilibrio y la tonificación muscular al completo.

Cardio Ballet (10 minutos): se trata de un alto entrenamiento de cardio, basado en sencillas coreografías. Este bloque trabaja la resistencia, mejora la capacidad pulmonar y cardiovascular, favorece la coordinación, quema calorías y libera toxinas y grasas acumuladas. Es el bloque más artístico, ya que permite expresarse a través de los movimientos más elegantes del ballet.

Floor Ballet (20 minutos): ejercicios inspirados en los estiramientos del ballet, el yoga y/o el pilates, realizados sobre una esterilla. Aquí, se trabaja la musculatura interna de puntos como core, glúteos o brazos, apoyándose en técnicas de respiración que permiten adaptar el cuerpo a sus necesidades.

Para finalizar, se realizarán ejercicios de flexibilidad y relajación que mejoran las funciones vitales del organismo, así como ejercicios de mindfulness, favoreciendo el crecimiento personal. En definitiva, tras una sesión de Ballet Fit los alumnos terminan con sensaciones muy satisfactorias.