Infusión de menta: propiedades, beneficios y por qué tomarla todas las semanas

Esta misma fuente indica que se suele emplear en gastronomía y perfumería por su aroma intenso y fresco, explicando que ya los romanos la utilizaban en la cocina y los árabes «bebían té de menta para aumentar sus defensas contra los insectos transmisores de enfermedades, y como afrodisíaco».

Es portanto que, la menta, lleva siendo una planta de uso común para su ingesta y, en este artículo, nos centramos en su presencia como infusión o té. Podemos encontrar la infusión de menta tanto en cualquier supermercado como en herboristerías, así como en tiendas especializadas en bebidas similares.

Además de su olor y sabor, la infusión de menta cuenta con propiedades beneficiosas para nuestro organismo, especialmente para el aparato digestivo. A continuación te contamos algunas de las mejores propiedades y beneficios de la infusión de menta:

Desde la web de Pompadour recogen que la menta posee propiedades medicinales y nutricionales, además de cosméticas. Sobre las primeras indican que «la Agencia Europa del Medicamento (EMA) ha constatado científicamente que el aceite de menta tiene usos medicinales como aliviar espasmos abdominales menores, la flatulencia y el dolor abdominal, especialmente en personas que padecen síndrome del intestino irritable (en mayores de 8 años)».

En cuanto a su uso en infusión, la misma página le atribuye beneficios como mejorar el funcionamiento del sistema nervioso, reforzar el sistema inmunitario gracias a que es antiséptico, antiinflamatorio y antioxidante; ayudar a la descongestión de las vías respiratorias, reducir el apetito, mejorar las molestias mentruales, fortalecer la salud bucodental por sus propiedades antibacterianas o, incluso, prevenir la aparición de algunos tipos de cáncer como el de colon, de mama o de pulmón, además de la leucemia.

Desde, 'Mejor con Salud' apuntan a que un estudio de la Universidad Semnan (Irán), «a pesar de haber sido probado con roedores, afirma que la menta podría mejorar la sintomatología y la condición de las personas que padecen diabetes» y que favorece funciones del hígado.

Como hemos explicado, la infusión de menta proporciona múltiples beneficios a nuestro organismo, lo cual se convierte en una razón mas que suficiente para incorporarla a nuestra ingesta semanal.

Una de las razones más destacadas es la capacidad de la infusión de menta para ayudar a nuestro sistema digestivo, permitiendo que absorbamos mejor los nutrientes pero, es buena para nosotros sobre todo si solemos sufrir de gases, dolor abdominal, diarrea o estreñimiento.

La fuente indicada anteriormente también recoge un estudio publicado en BMC Complementary and Alternative Medicine en 2019 que indicaba que «la menta es una terapia segura y eficaz para tratar el síndrome del intestino irritable». Además, hay evidencia de que también puede ayudar a tratar las úlceras en el estómago. Siempre debe quedar claro que esta infusión, al igual que las demás, nunca sustituyen a los tratamientos médicos o fármacos que se hayan indicado.

Otra aplicación de este preparado es que nos ayuda a perder peso gracias a que el olor de la menta es supresor del apetito, según explican desde 'Mejor con Salud', «puesto que los estímulos olfatorios también llegan al hipotálamo, controlando la sensación de hambre. Así lo afirma esta investigación realizada por la Universidad de Liverpool (Reino Unido) y este estudio del Baylor College of Medicine (Houston, Estados Unidos)».

Por otro lado, la menta y, por tanto, su infusión, es relajante, lo cual nos puede ayudar disminuir los nervios o el estrés en cierta medida, gracias a sus componentes con acciones calmantes y sedantes.

Cabe añadir que, aunque el consumo de menta es seguro, pueden darse algunas contraindicaciones si se consume en exceso, tanto en forma de infusión como añadida en las comidas.

Abusar de esta infusión podrían causar aumento de la micción y por ello insomnio ante la necesidad de interrumpir el sueño para ir al baño, además de la deposición de heces blandas o náuseas. Por último, no se recomienda su ingesta para niños menores de 2 años.