Cómo reconocer el queso más saludable en el supermercado

Si lo que buscamos es el queso más saludable, como consumo diario debemos d ecantarnos por los quesos frescos , tal como explica Sara Martínez, dietista-nutricionista de Alimmenta . «Estos quesos son lo más sanos para u nconsumo frecuente debido a que contienen menor aporte de grasa», explica la profesional.

Muchas veces no queremos limitarnos al consumo de queso más ligeros. A la hora de elegir cuál comprar en el supermercado es esencial fijarnos en ciertos puntos para elegir el que condense más beneficios. «En su etiqueta, debemos mirar su aporte de grasas, y por supuesto, que como ingredientes figuren la leche, el cuajo, los fermentos lácteos y la sal », explica Sara Martínez. También, hace una advertencia sobre las declaraciones nutricionales de los quesos: «Ninguno va a tener propiedades milagrosas».

Y por tipos de queso... ¿cuál es el mejor en cada caso? La profesional nos saca de dudas. Entre los quesos frescos, que en general tienen un contenido bajo en grasas y cuentan con un alto poder saciante , hay muchos tipos que pueden ser buenos: Burgos, Quark, batido, Cottage... «Si queremos adelgazar es importante optar por los desnatados o versiones 0%», apunta Martínez.

En el caso de los quesos crema, de nuevo la profesional hace hincapié en que la mejor opción son quesos desnatados. Con los quesos semicurados y curados debemos tener más cuidado. Aunque gracias a su menor cantidad de agua son alimentos con un aporte de calcio excelente, tienen mucha más grasa y sal que el resto, por lo que la nutricionista recuerda que debemos limitar su consumo.

«La grasa de este tipo de quesos son saturadas, pero no tienen nada que ver con las que tienen alimentos como el aguacate o el aceite de oliva», comenta. Aunque se pueden incorporar a una dieta sana sin problema, la dietista no considera su consumo imprescindible. «Es un queso muy denso, que nos da calcio y proteinas, pero también una grasa no deseable», dice y continúa: «Para el consumo diario, es mejor quesos más ligeros, como el queso fresco y reducir las raciones de los quesos más grasos».

El queso es un alimento que brinda muchas posibilidades a la hora de complementar recetas y platos. Combina tanto con dulce como salado. Sara Martínez nos deja algunos ejemplos para combinarlo: «Podemos, en el caso del dulce, hacer una tostada de pan con queso semicurado o fresco con mermelada o membrillo ; o bien si se opta por el salado: una tostada de pan con aguacate y queso fresco. E incluso, queso batido desnatado con una cucharadita de crema de frutos secos».

Asimismo, dado gran contenido en calcio de este alimento y su alto aporte de sodio, también debemos tener cuidado a la hora de combinarlo . Explica la nuticionista que los alimentos ricos en calcio «compiten» con los ricos en hierro a la hora de la metabolización. Por ello, explica que, por ejemplo, una persona con osteoporosis, debe evitar comer en la misma comida alimentos que tengan un alto aporte de ambos. Así mismo, recomienda que las personas con hipertensión, retención de líquidos o insuficiencia renal eviten comer quesos semicurados y curados por su alto nivel de sodio.