Hambre emocional: recursos para evitar picar a todas horas

Es muy importante alejarse de la mentalidad de hacer dieta y dejar de catalogar los alimentos como buenos o malos

Adobe Stock

S. Palacios

¿Puedes distinguir el hambre física del hambre emocional ? Todos parecemos tener claro que si nos ruge el estómago necesitamos comer, pero qué ocurre cuando estamos nerviosos o aburridos y nos entran ganas de tomar algo.

Por un lado, el hambre física es ... aquella que tiene que ver con el estómago y la sentimos porque nuestro cuerpo nos manda señales que nos indican que necesitamos comer. Estas señales son distintas en cada persona, unos notan una especie de vacío en el estómago o que este les ruge. Incluso, hay gente a la que le puede doler la cabeza o se pone de mal humor.

Marta García Pérez ( @alimentatuesencia ), psicóloga especializada en Psicología de la alimentación de la obesidad, indica que lo ideal en estos casos es hacer un ejercicio de reconocimiento para reconocer esas señales de hambre y saciedad . De esta forma podremos identificar cuándo realmente tenemos hambre física.

«Es difícil distinguir el acto de comer de las emociones, porque aunque yo coma por hambre física, también voy a estar experimentando emociones», apunta García Pérez. No obstante, será el hecho de no tener una buena gestión emocional lo que haga que utilicemos la comida como regulador. «Esta sería una de las causas que más vemos en consulta».

Por otra parte, en nuestra sociedad está muy arraigada la mentalidad de la dieta , en la búsqueda de perder peso prohibiéndonos determinados alimentos. «Aquí nuestro cerebro va a ver este tipo de comidas como altamente apetecibles por el simple hecho de negárnoslo», explica la experta.

Y es que cuando nos relacionamos con la comida desde una norma externa, y no desde una decisión propia, este vínculo empieza a complicarse. «Utilizaremos esos alimentos que nos hemos estado prohibiendo como recurso para gestionar momentos de estrés, ansiedad, miedo o frustración», señala.

Con ello se puede entrar en un ciclo de atracón-restricción , el cual puede afectar a nuestra autoestima por la permanente sensación de que estamos haciendo algo mal. Esto puede fomentar que este ciclo se dé con más frecuencia y más fuerza, pudiendo desencadenar incluso en un trastorno de la conducta alimentaria .

«Otra consecuencia puede ser que nos perdamos la oportunidad de encontrar y desarrollar otras estrategias para regular nuestras emociones y también para conocer nuestro mundo interno, porque estaremos abandonando la oportunidad de entender qué mensajes nos traen los sentimientos», expone García Pérez.

En cambio, con el hambre emocional adaptativa , podemos tener consciencia de para qué vamos a utilizar cada alimento, qué necesitamos saciar, experimentar o qué emoción queremos rebajar. «Es una forma de que se convierta en una respuesta consciente y de que esta hambre emocional se convierta en nuestra aliada».

¿Qué nos puede ayudar?

La psicóloga recomienda hacer un diario emocional, en el que podamos registrar cómo nos sentimos en el día a día, por ejemplo, a la hora de despertarse o al llegar a cada por las tardes. «Y así relacionar poco a poco si nuestra dieta ha variado cuando hemos conectado más con emociones desagradables, o si hemos necesitado picar más entre horas».

Así se podrá conseguir que la comida no se vea como algo externo que no se puede controlar, sino que la persona podrá reconocer lo que siente y el impacto que tienen sus decisiones en sus hábitos .

Además, es muy importante alejarse de la mentalidad de hacer dieta y dejar de catalogar los alimentos como buenos, malos, sanos, insanos, permitidos o prohibidos. «Podemos incorporarlos de una forma consciente y amable para hacer las paces con todos estos alimentos que consideramos negativos. Así sentirás que tienes autonomía y puedes decidir cuándo comer, cuánto y qué es lo que quieres experimentar», aconseja García Pérez.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios