¿Hambre real o emocional? Cómo identificar el tipo de apetito que tienes

«Cuando sentimos hambre fisiológico, o sea, hambre real, es una sensación de tener el estómago vacío , pueden 'sonarnos las tripas', sentirnos con menos energía y con necesidad de comer pero no de cualquier alimento», cuentan los expertos de Núkula. El hambre fisiológico puede ser postergada, no es incapacitante, suele venir tras horas de ayuno o tras una actividad física intensa. Además, no va vinculada a sentimientos o emociones, es algo fisiológico como podrían ser las ganas de hacer pis.

Diferencia todos los tipos de hambres que hay:

1. Hambre visual : sería la sensación de hambre que nos despiertan los alimentos cuando los vemos. Sería el lo que llamamos «comer por los ojos». En este caso son nuestro sentido de la vista los que nos llevan a comer y no nuestro estómago.

2. Hambre olfativa : es la que nos impulsa a comer cuando pasamos por una pastelería, panadería, restaurante, etc. y percibimos el olor a comida recién hecha. En este caso, es el olfato el que nos lleva a tener la sensación de hambre.

3. Hambre bucal : aparece cuando vemos el alimento y nos lo queremos introducir en la boca para masticarlo.

4. Hambre estomacal : es la sensación de vacío en el abdomen, es la denominada hambre fisiológica

5. Hambre celular : es el más difícil de identificar, ya que está basado en las necesidades energéticas de nuestro organismo. Son las células de nuestro cuerpo las que producen ciertas señales ante la carencia de algún nutriente y promueven la sensación de hambre.

6. Hambre mental : es toda la información que tenemos acerca de los alimentos (calorías, valor nutricional, dietas, grasas, carbohidratos, etc). Suele ir acompañada de «deberías» y «tengo que». Solemos dejarnos guiar por ella, lo que puede hacer que dejemos de ser conscientes de lo que necesita nuestro cuerpo.

7. Hambre del corazón (emocional) : Es cuando comemos para llenar un vacío. Es cuando ingerimos alimentos al experimentar emociones que consideramos desagradables como la tristeza, el aburrimiento, la soledad, etc. Utilizamos los alimentos para llenar ese vacío. Aunque también aparece cuando ingerimos un alimento porque nos recuerda a cuando éramos niños y lo felices que éramos.

Para evitar que aparezca cualquier tipo de hambre, lo ideal es saber llevar una alimentación saludable en varias comidas y así no picar entre horas con cualquier alimento que tengamos a mano.

Empezar el día con un desayuno consistente como puede ser aquel que contenga avena, aguacate o huevo hará que nos saciemos y que no queramos comer pasadas un par de horas. Ademáso, la zanahoria, el tomate o la sandía son tres perfectos alimentos para picar entre horas porque son muy ricos en agua y nos van a hidratar, además de no contener casi calorías.