Nutrición
La trampa del «me lo merezco»: cómo controlar el hambre emocional
Aprende a diferenciar entre el hambre emocional y darte un capricho de vez en cuando...
Señales que indican que no te estás nutriendo correctamente
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Iniciar sesión¿Te visualizas yendo a la despensa cuando te sientes deprimido o estresado? Encontrar consuelo en la comida es común y es parte de una práctica llamada hambre emocional . Las personas que comen emocionalmente buscan alimentos, principalmente grasos y azucarados, para reprimir y ... calmar los sentimientos negativos . Lo malo viene después, cuando pueden sentir culpa o vergüenza después de comer de esta manera...
Cualquier cosa, desde el estrés laboral hasta cualquier tipo de preocupación, los problemas de salud y las luchas en las relaciones, pueden ser la causa principal de desarrollar el hambre emocional, y es un problema que afecta a ambos sexos. Las emociones negativas pueden conducir a una sensación de vacío o un vacío emocional, y se cree que la comida es una forma de llenar ese vacío y crear una falsa sensación de plenitud o plenitud temporal.
Para empezar a entender qué ocurre entre nuestro estado anímico y la comida hay que saber que lo que buscamos en estos casos es experimentar placer, por lo que los alimentos ricos en grasas y azúcar son los que buscaremos. Según Yolanda Fleta, co-fundadora de Nutritional Coaching, explica que ese alivio que encontramos en este tipo de productos hace que nos ayuden a combatir el aburrimiento, tristeza, estrés… «Es normal que si no tienes otras estrategias recurras a esto porque te va a funcionar a corto plazo».
Tal como indica Yolanda Fleta, cuando comemos para aliviar una sensación como el aburrimiento o el estrés , «lo hacemos porque pretendemos algo bueno para nosotros», como ser compasivos. Sin embargo, si entendemos que comemos para calmar ese aburrimiento, lo que necesitamos es una distracción, por lo que la experta invita a tomar conciencia y saber para qué estamos comiendo. «Pregúntate, '¿cuál es la necesidad que estoy cubriendo con este alimento?'. Si es para combatir el aburrimiento o el estrés, entonces puedes encontrar una alternativa como salir a dar una vuelta para distraerte», cuenta.
Al parecer, es importante tener estrategias que no tengan que ver con la comida y que aporten confort, disversión y distracción para acabar con esa mala sensación que tenemos a veces y que nada tiene que ver con el hambre propiamente dicho: «Nos hemos acostumbrado a buscar confort en los alimentos y hay que recordar que tenemos otras actividades a disposición como son nuestros hobbies y pasar tiempo con la gente que queremos. Hay que saber que cuando tienes ese pico de estrés tienes otras alternativas a los alimentos».
De hecho, el hambre emocional es un problema mucho más extendido de lo que creemos. Según un estudio llevado a cabo por El Coco, solo el 23% de los encuestados afirmó que su estado emocional no afecta a su forma de comer, por lo que casi tres cuartas partes tiene una dificultad para gestionar este hambre emocional. «El hambre emocional se considera un estilo de ingesta desadaptativo porque te aleja de un patrón de alimentación saludable . Aunque tengas un plan de alimentación hecho por un nutricionista, en el momento que tienes esos episodios te alejas de esos patrones saludables», alerta la experta.
Hambre emocional vs. darse un capricho
Eso sí, hay que saber diferenciar entre el hambre emocional y lo que consideramos «disfrutar del comer o de los alimentos, lo que se conoce como "alimentación hedónica». Yolanda Fleta manifiesta la necesidad que tenemos a veces de comer ciertos alimentos azucarados como un brownie o tomar patatas fritas, y «es normal disfrutar de los alimentos»: «La solución está en comer 'consentido' y con sentido. En primer lugar quiere decir que elijas y te consientas ciertos alimentos según situaciones y por otro lado que no te prohíbas cuando te apetece algo, que comas de forma atenta y sin compulsión. En segundo lugar, quiere decir que hagas esas elecciones teniendo en cuenta lo que realmente quieres. Si todos los días te consientes alimentos ultraprocesados, te vas a alejar de la alimentación saludable que quieres y en verdad no te hace sentir bien».
Si te das cuenta de que tu patrón de alimentación es saludable pero hay elementos que te hacen disfrutar de esos alimentos porque estás en una celebración o has quedado con alguien, piensa que lo has elegido porque es importante para ti ese rato que estás pasando. Lo haces de forma consciente y no te sientes arrastrado por ese pastel que te vas a tomar, si no que decides comerlo conscientemente.
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