Nutrición
Por qué algunas frutas se estropean antes si se guardan juntas
Sus diferentes grados de maduración y el efecto del gas etileno que desprenden algunas frutas y verduras hacen que unos vegetales maduren antes que otros si se almacenan en el mismo recipiente
Los plátanos y las manzanas maduran antes si se guardan juntos.
¡Pero si hace dos días compré estas peras casi verdes y ahora no se pueden ni comer! La llamativa rapidez en la maduración de algunas frutas no tiene por qué ser un indicativo de calidad o del punto de maduración que tenían cuando las ... compraste. En más ocasiones de las que nos damos cuentas son sus compañeras de frutero las que influyen en que algunas frutas maduren antes o después. Pero no sucede con todas sino con las llamadas climatéricas, que son las que pueden seguir madurando tras su recolección. Son climatéricas frutas como el plátano , la manzana , la pera , el aguacate , el tomate , la ciruela , el kiwi , el mango o el caqui , entre otras. Por el contrario, las no climatéricas , como la piña , las naranjas , las moras, las fresas , el limón , las cerezas , los arándanos , la granada, el pepino o la calabaza dejan de madurar una vez que son recolectadas por lo que lo ideal en estos últimos casos es procurar adquirirlas en un punto de maduración óptimo para el consumo, pues si se adquieren demasiado verdes corremos el riesgo de que se estropeen antes de que podamos comerlas.
Pero volvamos a esa pera que maduró antes de lo que esperábamos en el frutero. Detrás de esa rápida maduración está el efecto del etileno , una fitohormona en forma de gas que producen los vegetales y que no solo propicia la maduración de la propia fruta sino también las que tengan a su alrededor pues tal como explica Luis Riera, director de la consultora de seguridad alimentaria, SAIA, influye en su crecimiento, maduración y envejecimiento. Así, si al efecto del etileno de la propia pera sumamos, por ejemplo, el de otra fruta climatérica como la manzana o el plátano que coloquemos junto a ella en el frutero, lo más probable es que la pera madure más rápido que si hubiera seguido su proceso en solitario.
Y ese efecto también se aprecia con las frutas no climatéricas como las fresas, las uvas o los cítricos (naranja, mandarina, limón o pomelo) pues si se conservan en el mismo frutero junto a climatéricas como el plátano, la pera o la manzana se acelerará su proceso de maduración y eso puede dar lugar a que se estropeen más rápido.
Por eso a la hora de elegir las combinaciones de frutas y verduras habría que tener en cuenta cuáles son las que desprenden una mayor cantidad de este gas. Según revela Riera, la manzana es una de las que lo desprende en mayores cantidades de etileno por lo que es aconsejable que su almacenamiento se haga siempre aparte. También el plátano libera una buena cantidad de gas, pero en este caso es posible mitigar su efecto pues como lo desprende a través del rabo es posible ralentizar la maduración envolviendo esta parte del plátano en papel film transparente o en papel de aluminio.
El aguacate, el melón cantalupo, el albaricoque y las ciruelas también liberan etileno en mayor cantidad que otras frutas. «Debemos de tener en cuenta que la formación del etileno se produce a temperatura ambiente, por lo que deberemos evitar introducir las fruta climatéricas en la nevera si estas están verdes», explica la dietista-nutricionista Elisa Escorihuela en su blog «Aula de nutrición» de ABC Bienestar.
Las verduras y hortalizas más sensibles
Algunas verduras y hortalizas son también sensibles al efecto de etileno, según explica la dietista-nutricionista Ana Amengual, aunque lo cierto es que asegura que lo más suele afectarles es el exceso de humedad. Es el caso de la cebolla, el brócoli, los espárragos trigueros, la calabaza, el pepino, la zanahoria, las espinacas, las acelgas, el berro y la coliflor. Por eso a la hora de almacenar estos vegetales la experta explica que los tubérculos duros que pueden agruparse serían la zanahoria, la remolacha, la chirivía y los nabos.
En el caso de los tubérculos de dureza media podríamos juntar la berenjena, el calabacín y el pepino.
Y si hablamos de tubérculos frescos la experta explica que podemos guardar juntos los rábanos, los ajos tiernos, los espárragos, la cebolla tierna y el puerro.
Los pimientos y las judías verdes pueden guardarse juntos porque su ciclo de maduración es lento y similar, mientras que los que sí que deberíamso aislar son los más sensibles como las setas, la calabaza (si no está entera) y los tomates.
Las verduras de hoja como las espinacas, las acelgas, las coles, el apio y la lechuga pueden lavarse, desinfectarse, secarse bien y conservarse en tápers o en bolsas de cierre hermético para evitar que se humedezcan y se pudran.