Ángel Antonio Herrera

País de rebajas

Los telediarios reúnen un menú de chaladuras, más el hombre del tiempo

Ángel Antonio Herrera

Claudia y sus hermanas

He aquí la celebración de Claudia Cardinale, criatura de apabullante hechizo. Prestigia y aúpa el triunvirato de hermosísimas del último gran cine italiano, con Sofía Loren y Gina Lollobrigida

Ángel Antonio Herrera

El caniche desgrava

El perro es el perro, aunque ahora es otra cosa, entre la angeología y la cursilería

Ángel Antonio Herrera

Recoletos para lectores

Se reinaugura mañana, alcalde, un territorio de revelaciones

Ángel Antonio Herrera

Muere mi madre

Esta criatura de inocencia casi insoportable aún pedía, al ocaso, con un breve gesto, una golosina, una sonrisa, algo

Ángel Antonio Herrera

Karol G, con carmín de caníbal

Shakira abrió el camino de Colombia al mundo, pero Karol lo convirtió en autopista de 'beats' y despecho. La sigue una tribu dorada que la imita hasta en cierta histeria alegre

Ángel Antonio Herrera

Mi vida con Redford

Redford ha sido el cine, pero sobre todo ha sido el amante clamoroso que siempre quisimos ser

Ángel Antonio Herrera

El maldito matrimonio

La gente ahora se casa menos, aunque se montan unas bodas que son como unos Grammys de la familia

Ángel Antonio Herrera

Bowie, el dandi del futuro

Bowie encarnó una modernidad que trascendía la moda. Cada disco era un manifiesto, cada videoclip un delirio de arte visual, cada aparición un experimento social

Ángel Antonio Herrera

Elogio de Alcaraz

Alcaraz vive en el sacerdocio del tenis, pero habita en la liturgia de la gesta

Ángel Antonio Herrera

La estupidez de leer

Aclara María Pombo que «hay que empezar a superar que hay gente a la que no le gusta leer»

Ángel Antonio Herrera

Taylor Swift, entre la guitarra y la cosmética

Lo que me pasa a mí con Taylor Swift, que ya ha dicho que se casa, es que me cuesta ver que canta. De manera que no acabo yo de encontrarle a la artista el acento, la eternidad, la corneta

Ángel Antonio Herrera

Reguetón del fútbol

Los futbolistas son los nuevos raperos, o reguetoneros; aunque canten poco o nada