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la dorada tribu

Karol G, con carmín de caníbal

Shakira abrió el camino de Colombia al mundo, pero Karol lo convirtió en autopista de 'beats' y despecho. La sigue una tribu dorada que la imita hasta en cierta histeria alegre

Bowie, el dandi del futuro

Taylor Swift, entre la guitarra y la cosmética

Ángel Antonio Herrera

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Karol G se guardó el otro día del ombligo de actuar y vistió de largo modelo fastuoso para cantar con Andrea Bocelli, ante el Papa. Ha dicho Karol G que es el momento mayor de su carrera, y acaso tiene razón, porque ha sido ... como la santificación de una artista que va por el mundo con el reguetón desabrochado, incluyendo el alegrón de tatuajes. Ahí cuadraba más Taylor Swift, por ejemplo, tan aseadita de corsé, pero ha estado Karol G, que suele enredar mucha golfería en sus repertorios. Es la primera latinoamericana en un sitio tan celeste. Yo no logro sacarme de la cabeza que el reguetón es un voltaje fijo que van cantando por ahí varios chicos y chicas, como si una única canción inacabable fuera retomada según el día por distintos intérpretes, donde sólo cambia la cara de malo, la talla de chándal o el ombligo de videoclip. Todos cargan apodo algo delincuencial, como cargan tatuajes de polígono.

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