BALA PERDIDA

El caniche desgrava

El perro es el perro, aunque ahora es otra cosa, entre la angeología y la cursilería

Muere mi madre

24/09/2025 a las 19:13h.

EL perro es el nuevo bebé, superando aquello de que «todo perro es honrado». Resulta un criterio de moda, y una moda de criterio, que el animal es uno más de la familia, como la abuela e incluso la suegra, con lo que hay ... que arrimar deprisa al bicho a los derechos de un hijo, aunque no tanto a los deberes, porque el bicho suele ir a lo suyo, que es dar apego con una mirada lánguida y esperar la golosina ansioso, cuando toca golosina. El perro es el perro, aunque ahora es otra cosa, entre la angeología y la cursilería. Quiero decir que el perro va teniendo muchos derechos, y deberes pocos, y ahora se nos agrega a un asunto tan crucial que en Andalucía cabe la desgravación de cien euros al año, por gastos de manutención o higiene de la mascota. A mí la medida me parece que me da igual, pero acaso conviene abaratarles las dentaduras a los viejos, o dejar que los autónomos defiendan mejor los gastos, antes de meter en la declaración de la renta el champú del galgo. Por ejemplo. Vivimos en una democracia de pirotecnia, y se anuncian bondades del gran show del bienestar, como esta bonificación por perro, cuando nos faltan dineros para sostener engrasados los trenes o bien comprar en condiciones del ajuar de las pulseras antimaltrato. Una sociedad que no enfoca cabalmente sus prioridades es una sociedad que vive desvelada por celebrar el capricho y no tanto por resolver las averías. Esto del relajo de Hacienda, por mantener guapo el caniche, asoma en un momento en que nos hemos jugado la desprotección de la mujer porque a la hora de comprar pulseras solventes hemos preferido comprarlas en las rebajas, con lo que garantizamos el acojone en las sacrificadas víctimas santísimas. El Ministerio de Igualdad si aflojó la billetería para bobadas varias como una 'app' de regular el trabajo doméstico en pareja, inventando así el cronómetro del fregadero. Qué alegres salimos para cosas que no necesitan ninguna alegría. Ahora, además el caniche desgrava.