ETA mata a un militar en su tercer atentado con coche bomba en menos de 24 horas

Luis Conde de la Cruz , de 45 años, era brigada del Ejército de Tierra y se encontraba pasando unos días de descanso en la villa cuando falleció. Lo hacía un minuto pasadas la una de la madrugada cuando abandonaba el edificio del Patronato Militar instantes despúes de que la Guardia Civil de la localidad recibiese instrucciones para desalojar el edificio ante la inminente explosión de un artefacto.

Media hora antes, a las 00.24 horas, un comunicante anónimo alertó a la Asociación de Ayuda en Carretera de Guipúzcoa (DYA) de que un artefacto explosivo iba a estallar a la una de la mañana en el lugar indicado. En ese momento se activó el protocolo habitual, por lo que la DYA alertó a la Ertzaintza, ésta al Centro Operativo de Servicio y de ahí a la Benemérita, que tuvo un escaso margen para el desalojo. El brigada era de los últimos en abandonar el edificio cuando estalló el coche-bomba.

Según ha informado horas después del atentado el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue una grabación con la voz distorsionada la que avisó de la colocación del coche bomba. Asimismo, el titular de Interior ha informado de que las Fuerzas de Seguridad del Estado trabajan con la hipótesis de que el coche fue robado el pasado 12 de septiembre en Francia, país en el que también fue sustraído el empleado en la madrugada del domingo contra la sede de la Caja Vital en Vitoria y el de Ondarroa.

Asimismo, Rubalcaba ha recordado que desde hace algunas semanas, en especial tras la detención del 'complejo Vizcaya' y las sentencias contra ANV , PCTV y Gestoras pro Amnistía , se había venido alertando de la posibilidad de que ETA hiciera "una demostración de fuerza". No obstante, ha considerado que estos tres atentados no demuestran una mayor fuerza por parte de la banda terrorista. "A veces la mayor debilidad se expresa con estos atentados enloquecidos", ha insistido Pérez Rubalcaba, quien ha opinado que cuando ETA "tiene estos contratiempos suele hacer una barbaridad".

Por el momento, se desconoce la cantidad exacta y el tipo de explosivo utilizado en el último coche-bomba, pero por su similitud con los atentados de Euskadi y por el gran socavón producido en la zona donde se encontraba aparcado el coche bomba, la carga explosiva podría rondar los 100 kilos.