Perséfone, la puerta del Averno y la ciudad griega que quiere recuperar su esplendor

Según la mitología griega, Perséfone, hija de Zeus y Deméter, fue secuestrada por Hades, el dios del inframundo. Deméter, triste por la desaparición de su hija, la buscó por toda la tierra descuidando sus labores como diosa de la agricultura y convirtiendo la tierra que pisaba en un yermo. Finalmente, se decidió que Perséfone debía regresar al mundo de los vivos con una condición: seis meses al año los pasaría con su madre y los otros seis en el Averno. La puerta que conectaba ambos mundos se encontraba en Eleusis y solo podía ser atravesada por Perséfone.

En la antigüedad, Deméter y Perséfone eran veneradas en el santuario de Eleusis. Los ritos celebrados en él, llamados misterios, tuvieron un papel fundamental en aquel mundo religioso. En este santuario, a diferencia de los dedicados a otras divinidades, no se realizaban sacrificios y, además, todas las personas podían participar, incluidos los esclavos, la única condición era hablar griego. Los Misterios eleusianos eran secretos, los iniciados que osaban a desvelar los entresijos de las ceremonias eran castigados con la pena capital. Poco se sabe de lo que sucedía durante los Grandes Misterios que tenían lugar una vez al año pero, según parece, eran ritos relacionados con la inmortalidad y en los que, con toda probabilidad, se usaban psicotrópicos.

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Con la llegada del ferrocarril a Eleusis en el 1884 comenzó su desarrollo industrial, dando la espalda al santuario. Miles de trabajadores se desplazaron desde todos los rincones del país hasta la ciudad para trabajar en las nuevas fábricas. Pero no llegaron solos, iban acompañados de sus tradiciones gastronómicas y la música popular de sus regiones de origen. En cuestión de pocos años, Eleusis se convirtió, gracias a la aportación de estas gentes recién llegadas, en un crisol de culturas en el que convergían todas las tradiciones del país. Sin embargo, las condiciones laborales eran duras: sueldos miserables, jornadas interminables y condiciones insalubres dentro de las fábricas. Todo ello dio lugar al nacimiento de movimientos obreros que tuvieron especial relevancia tanto en el tejido social de la ciudad como a nivel nacional.

Por otra parte, el desarrollo industrial desmedido provocó la degradación medioambiental de la ciudad. «Allí donde crecía el poleo y la menta salvaje y la tierra dio el primer ciclamen ahora los pueblerinos regatean el cemento y los pájaros caen muertos de los altos hornos», cantan en los desgarradores versos de la canción 'La pesadilla de Perséfone', cuya música compuso Nikos Hatzidákis en la década de los 70. Durante este periodo, además de las naves industriales, la zona se llenó de refinerías de petróleo cuyas chimeneas terminaron de borrar el encanto y la magia del paisaje de Eleusis. «Duerme Perséfone en el regazo de la tierra y no vuelvas a asomarte al balcón del mundo», continúa el estribillo de la canción.

Si la presentación de la candidatura de Eleusis causó risotadas entre los griegos, su elección como capital europea de la cultura 2023 (junto a Veszprém, Hungría, y Timisoara, Rumanía), les dejó con la boca abierta. Ante la sorpresa de todos, la ciudad, cuyo nombre proviene del verbo 'llegar' en griego antiguo y que en la actualidad todos quieren pasar de largo, se subía al podio europeo de la cultura.

Mijalis Marmarinós, director artístico de Eleusis 2023, pretende que el páramo de muerte que es Eleusis resucite como la Perséfone mitológica. Para ello y bajo los ejes personas, sociedad, medio ambiente y trabajo, ha creado una serie de 'Misterios de Transición' que, a lo largo del año, llenarán la ciudad de interesantes actividades culturales con el objetivo de devolver a la ciudad el esplendor de antaño.

La estación del tren, el antiguo ayuntamiento, una fábrica de pinturas y barnices, el viejo cine al aire libre, un cementerio de barcos, son algunos de los edificios que han sido rehabilitados para albergar las actividades del programa de Eleusis 2023 y que, tras finalizar el evento, se convertirán en espacios para actividades culturales, educativas y deportivas.

Durante el magnífico acto inaugural de Eleusis como capital europea de la cultura, todos los asistentes nos convertimos en los nuevos iniciados que presenciamos el despertar de Perséfone y la salida de las tinieblas de Eleusis cuando un gigantesco animal marino emergió de las oscuras aguas del puerto mientras que un coro de 'korés' pedía a Perséfone que ascendiera del Hades y trajese los brotes verdes de la primavera a la ciudad.

Un año de actividades, una vuelta al sol y el paso de las cuatro estaciones, que en la antigua Grecia se producía cuando Perséfone abandonaba el Averno y volvía al mundo de los vivos a través de Eleusis, vuelve a colocar a la ciudad como destino de peregrinación cultural. Ha llegado el momento en el que Perséfone se ha vuelto asomar al balcón del mundo.