Diez curiosidades de Valencia que quizá desconocías más allá del hotel que eligieron Javier Bardem y Penélope Cruz

Sede de los Goya 2022 , el traslado de los premios más importantes de nuestro cine a Valencia sirvieron para indagar en todos los detalles que concentra la capital del Turia. Misterios y curiosidades que la llenan de motivos para una posible visita turística.

Palacio Vallier fue el alojamiento elegido por los dos actores de mayor relevancia en España. Una joya de cinco estrellas en pleno casco antiguo de Valencia.

En sus 150 años de historia ha tenido diferentes utilidades, fruto del contexto histórico. Comenzó siendo una residencia particular hasta que en la Guerra Civil se convirtió en sede del Tribunal Supremo.

Desde entonces, el Hotel Palacio Vallier ha ido transformándose hasta la última reforma. Una nueva modificación pensada para convertirlo en un establecimiento hotelero de lujo, con una estética Art decó que emula el modernismo de los años treinta.

Otro elemento llamativo del hotel es su restaurante, 'La Perfumería' . En plena proceso de rehabilitación, se descubrió la presencia de restos romanos del siglo III con pinturas murales y fragmentos de botellas de vidrio que se utilizaban para la fabricación de los perfumes de la época.

Declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, las Fallas son santo y seña de la Comunidad Valenciana. Una de las fiestas más importantes de la región y del país, que recibe cada año más de 900.000 turistas, según un informe del Ayuntamiento de Valencia.

Su éxito es innegable aunque su origen es algo incierto. Conviven decenas de teorías, aunque una de las más populares menciona a los carpinteros como responsables . Cuentan que en la víspera de San José acumulaban la madera y los artilugios que le sobraban, para quemarlos después en una gran hoguera.

El rito fue evolucionando hasta desarrollarse la profesión de artista fallero y disfrutar de los primeros 'ninots'.

La fortuna para visitantes y valencianos es que las Fallas regresarán en su plenitud tras dos años de pandemia. Consulta en ABC el programa de festejos y normas sanitarias para esta nueva edición .

Otro de los grandes atractivos de la capital del Turia es el Oceanogràfic , el mayor acuario de Europa y el tercero del mundo. En su interior alberga 45.000 ejemplares de 500 especies diferentes, siendo el único punto de Europa en el que se puede disfrutar de la presencia de belugas.

Otro hito más que suma el recinto es el de contar con el delfinario más grande de Europa . 26 millones de litros y una grada para 2.000 personas hacen de esta piscina de exhibición un lugar idóneo para la observación de esta especie.

Se encuentra situado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, lugar donde se esconde otro gran misterio en el Museo Príncipe Felipe . En uno de sus laterales, dos personas son capaces de hablarse y entenderse pese a estar a 50 metros de distancia, gracias a la estructura del edificio.

Este curioso fenómeno solo se repite en la Estación Central de Nueva York, también diseñada por el ilustre valenciano Rafael Guastavino.

Cuando se menciona a la paella, inevitablemente viene seguido del 'apellido' valenciana. Este plato típico es el claro símbolo de la comunidad. Sobre su receta clásica hay un respeto máximo, dando lugar a todo tipo de debates sobre su elaboración. De hecho, tuvo que intervenir el BOE para confirmar qué se debe y qué no se debe incluir en el plato.

La internacionalización de la paella ha llegado hasta el punto de tener un emoticono propio, así como algunas fórmulas alternativas del plato que no han sido del agrado de los valencianos .

Entre otras curiosidades, cabe mencionar que la paella original llevaba rata de Albufera o el motivo por el que los bares recurren a ella en los menús de los jueves. Cuenta la leyenda que era el día en el que Franco salía a comer fuera aunque sin rumbo hijo. Para estar preparados, los cocineros lo dejaban hecho por si el dictador se decantaba por su establecimiento.

En toda visita a Valencia no puede faltar dedicarle unos minutos a las Torres de Serranos . A lo largo de su historia ha tenido todo tipo de usos, siendo inicialmente sede de la realización de obras públicas en el Reino de Aragón, y más adelante un elemento vital para proteger a la ciudad de las crecidas del Turia.

En el siglo XVI, se convirtió en la cárcel de nobles y caballeros, cuando ya adoptó su nombre actual. Y tres siglos más tarde, en plena Guerra Civil, fue el lugar elegido junto al Museo del Patriarca para salvaguardar los principales tesoros del Museo del Prado . Logró conservar en perfecto estado 'Las Meninas' de Velázquez o la 'Carga de los Mamelucos' de Goya , entre otras grandes obras.

Uno de los aspectos que hacen única a Valencia es la posible presencia del Santo Grial en su catedral. No es para menos, ya que la copa que Jesús utilizó en la Última Cena es uno de los objetos sagrados más codiciados.

Los investigadores parecen acercarse cada vez más a la búsqueda definitiva y oficial de la copa. Países y ciudades alrededor del mundo alardean de contar con el Santo Grial, aunque en los últimos años las apuestas se decantan por la Catedral de Valencia.

De esta manera, podría confirmarse la teoría de que la copa terminó en manos del rey de Aragón, escondiéndola inicialmente en Zaragoza hasta depositarla en la catedral valenciana. Su sola presencia es ya un motivo de enorme peso para religiosos y turistas que se decantan por la ciudad de las artes.

El murciélago es el símbolo por excelencia de Valencia. Cuentan las leyendas que Jaime I se despertó al ver sobrevolando uno de estos animales. Una señal de alerta crucial para contener el ataque por sorpresa de los musulmanes y proteger la ciudad.

Desde entonces, el rey tuvo presente al murciélago tanto en su casco como en su escudo.

En la historia viva de Valencia tampoco debe olvidarse la relevancia que tiene el Caimán del Patriarca . Este animal tenía atemorizado a los ciudadanos, según los relatos. Nadie era capaz de matar al caimán hasta que un preso condenado a muerte se ofreció a cambio de su vida. Una armadura de espejos ayudó a obrar al milagro, dejando a la bestia inmóvil por los múltiples destellos de luz.

Los restos de ese temido animal se encuentran en el Real Colegio Seminario del Corpus Christi. Sin embargo, el escritor e investigador Rafael Solaz asegura que esa figura disecada es solo u n regalo del Virrey de Perú al Patriarca Juan de Ribera en el siglo XVI.

La reestructuración del edificio le ha retirado todos los récords que ostentaba la ' Estrecha ', una diminuta fachada en la que todos los pisos pertenecían a la misma familia.

La que fuera la fachada más estrecha de Europa acabó uniéndose al edificio contiguo, donde se halla un restaurante. Pese a todo, sigue siendo un gran reclamo turístico y su apariencia se ha conservado, aislándose de los contiguos.

Un reportaje de Las Provincias detallaba cada aspecto llamativo de 'La Estrecha', como la organización de esa vivienda familiar hasta los años ochenta. El primer piso solo daba para el comedor, el segundo para un baño y el tercero para una habitación.

Al igual que ocurre con la Torre de Pisa, también es un reclamo para visitantes fotografiarse posicionando dos dedos como si se estuviera agarrando la estrecha fachada.

José Bellver y Collazos fue el escultor elegido para decorar la fachada principal del Congreso de los Diputados en Madrid . Sin embargo, el resultado de los leones no fue del agrado, principalmente por un aspecto escuálido y poco salvaje de estos animales.

Generó tanto rechazo en la capital que se pasó varios años en el almacén del Congreso hasta su traslado a Valencia a mediados del siglo XX.

Actualmente, los leones originales descansan en los Jardines de Monforte, propiedad del Ayuntamiento de Valencia. Por su parte, se necesitaron tres intentos hasta que el Congreso de los Diputados aprobó las esculturas actuales.

Este lugar con solo 17 años de historia no guarda demasiados misterios, aunque su presencia en el listado resultaba necesaria por ser reconocido como uno de los puntos más bonitos de la ciudad.

El Puente de las Flores , con el diseño de Santiago Calatrava, homenajea al himno de la región cuando canta «Valencia es la tierra de las flores, de la luz y del amor». Su enorme presencia nunca se deteriora gracias al enorme cuidado.

Las plantas se cambian frecuentemente, en ocasiones determinado por la festividad o evento que se celebra en Valencia. En 2006, el puente se llenó del blanco y amarillo para recibir al Papa Benedicto XVI por los colores de la bandera del Vaticano.

La renovación constante del lugar se ha vuelto en ocasiones un quebradero de cabeza para el consistorio, llegando a un estado de abandono en momentos puntuales. Una dinámica negativa a la que se puso fin tras la denuncia general de los vecinos.