Las más increíbles historias secretas de los hoteles

En un hotel de 4 estrellas de Dresde , el responsable del restaurante (que iba vestido de negro) y el chef (con su ropa blanca) llamaron a la puerta de una habitación. El huésped, un hombre muy mayor, abrió la puerta, miró a ambos y mientras cerraba la puerta, les dijo: «Todavía no ha llegado mi hora».

Un cliente de un hotel de Edimburgo llamó a recepción desde su habitación porque no podía encontrar la salida. El recepcionista le contestó que sólo había una puerta, a lo que el huésped respondió: «Sí, pero hay una señal de no molestar allí».

El responsable de un hotel de 4 estrellas de Las Vegas contó que un tiburón consiguió meterse en la piscina. Una historia real que generó una importante cobertura en televisión.

Un cliente de un hotel de Barcelona bajó a recepción con el mando de la televisión en la mano para que le enseñaran a manejar «ese teléfono».

Hoteles de Múnich, Mallorca, Dubái o Dublín cuentan con numerosas anécdotas de clientes desnudos: huéspedes que se quedan fuera de la habitación confundiendo la puerta del baño con la de salida y deben bajar a recepción desnudos, parejas que discuten quedándose uno de los dos fuera de la habitación sin ropa, despedidas de soltero en las que los invitados acaban corriendo desnudos por el bar como sucedió en un hotel de Dublín, o clientes exhibiéndose en cueros en varios hoteles de Múnich durante la Oktoberfest.

En este sentido, una de las historias más extrañas sucedió en un establecimiento de 4 estrellas de Madrid : una pareja semidesnuda apareció una mañana gritando por el pasillo. Cuando se les pidió que se calmaran, sucedió más bien lo contrario: tiraron el colchón por la ventana.

También el personal de un hotel de Hamburgo relató cómo encontraron a un hombre completamente borracho y desnudo tirado en el suelo y lo llevaron a una habitación vacía para que pudiera recuperarse. Treinta minutos después encontraron a otra persona en las mismas condiciones y lo llevaron a la misma estancia. Cuando se despertaron y bajaron de nuevo a recepción, los trabajadores descubrieron que eran padre e hijo.

En una operación encubierta, la policía detuvo a un espía que formaba parte de una delegación internacional cuando salía de un hotel de Washington camino del aeropuerto.

En un hotel español se alojó un grupo de generales de diversas partes del mundo. Cuando abandonaron el hotel, se dejaron una maleta con un dispositivo de comunicaciones que guardaba una gran cantidad de información. No se dieron cuenta y llamaron al hotel hasta un mes después.

En un hotel de 4 estrellas de Milán , una pareja había reservado una habitación doble, obviamente para dos personas. Lo siguiente que vieron fue al resto de la familia intentando trepar a la habitación a través del balcón.

El director de un hotel de 4 estrellas de Estambul tenía a su hermano alojado en su establecimiento. Entró en su habitación con la llave maestra, se sirvió algo del mini bar, se dio una ducha, se afeitó y, cuando terminó, se dio de bruces con el que realmente era el huésped de esa habitación. No era su hermano. Afortunadamente, al cliente le pareció una historia de lo más divertida.

Una mañana temprano, la recepción de un hotel de Madrid recibió una llamada de un marido recién casado, la boda había sido la tarde anterior. En el teléfono comentó que al despertarse habían encontrado a otro hombre tumbado al lado de su mujer en la cama, que ni su esposa ni él conocían y además, que no lograban despertarle. Finalmente se descubrió que era otro huésped que al regresar al hotel de una fiesta y borracho, se había metido en «su habitación», pero en una planta equivocada. Esa habitación era la de los recién casados que no habían cerrado bien la puerta.

En esta encuesta fueron muchos los hoteleros que compartieron historias de amor. Encuentros amorosos secretos de hombres y mujeres con sus parejas. Uno de ellos, por ejemplo, acabó en pelea entre el amante y el marido de una mujer en un hotel de 4 estrellas de Roma . La historia de un encuentro entre un político y una modelo de desnudos fue compartida por los responsables de otro 4 estrellas de la capital italiana.

En la terraza de una habitación de un hotel de 4 estrellas de Nueva York , una pareja muy cariñosa se puso demasiado efusiva para los participantes en una reunión de una Junta que tenía lugar en el edificio de oficinas situado enfrente del hotel. Los allí reunidos llamaron al hotel para quejarse por la distracción que suponía la pareja de la terraza.

La historia sorpresa se produjo en un hotel de 4 estrellas de Stuttgart, donde una tímida mujer, delgada y pequeña (que trabajaba como funcionaria) destrozó toda una habitación: rompió una botella en el suelo y con los cristales rasgó la cama y las paredes. Para terminar, extendió comida por toda la habitación, manchando incluso hasta las cortinas. Posteriormente, llamó para disculparse.

Y como no, un final feliz: un hotel de 5 estrellas de Budapest recibió la foto del recién nacido de una pareja, nueve meses después de su estancia en el establecimiento.