La millonaria sorpresa de Kim Kardashian para celebrar su cumpleaños lejos del Covid

Pero a la empresaria pocas cosas se le ponen por delante, y ni corta ni perezosa no se lo pensó dos veces a la hora de organizar uno de sus jolgorios más épicos. Su cuenta de Instagram, donde más de 190 millones de personas la siguen, ha sido la plataforma elegida para poner los dientes largos al resto de la población con su iniciativa.

Kim alquiló un avión en el que, sin desvelar el destino, trasladó a sus 30 amigos y familiares más allegados a una isla privada que había alquilado para la ocasión con el fin de festejar su cumpleaños dejando a un lado al coronavirus. Así lo explicó ella misma en un post: “Antes de la Covid, no creo que ninguno de nosotros apreciara realmente el simple lujo que era poder viajar y estar junto a familiares y amigos en un entorno seguro. Después de 2 semanas de múltiples exámenes de salud y pedir a todos que se pusieran en cuarentena, sorprendí a mi círculo íntimo más cercano con un viaje a una isla privada donde podíamos fingir que las cosas eran normales solo por un breve momento”.

Kardashian ha sido bastante astuta y se ha adelantado a la oleada de críticas que un evento de este tipo generaría en los tiempos que corren y por eso no dudó en puntualizar que los invitados se habían hecho pruebas y habían guardado cuarentena antes del gran día. Detalló además en que consistió el plan en la isla. “Bailamos, montamos en bicicleta, nadamos cerca de las ballenas, hicimos kayak, vimos una película en la playa y mucho más. Me doy cuenta de que para la mayoría de las personas esto es algo que está muy lejos de su alcance en este momento. Es por eso por lo que en momentos como este recuerdo humildemente lo privilegiada que es mi vida”, concluye.

Entre los VIP que allí acudieron, además del clan al completo. Solo se echó en falta a una persona, su marido Kanye West, que lejos de avivar rumores de crisis, acudió más tarde porque tenía compromisos profesionales que atender. Tal y como se ha podido ver en sus stories, no faltaron los bailes, baños en la playa de madrugada y paseos en yate.

Teniendo en cuenta que cada invitado tenía un bungalow propio no hay duda de que la gracia le habría salido por cientos de miles de dólares (o incluso el millón), una cifra irrisoria para la socialité cuya fortuna supera los 900 millones y con la que desde luego ha dejado el listón muy alto de cara al año que viene.