El sencillo gesto que cambiará tu look por completo
Los pequeños detalles son los que logran transformar en interesante un estilismo que a priori puede parecer aburrido
Cuándo sí (y cuándo no) debes llevar camisa de manga corta
Los pequeños gestos son los que de verdad logran elevar un look. A veces basta con añadir el accesorio adecuado y otras simplemente con remangar o doblar parte de una prenda para que parezca otra completamente diferente. En este caso vamos a hablarte de un ... recurso que puede parecerte absurdo pero que puede serte de gran ayuda para ir a la última esta temporada. Algo tan simple como llevar tu camisa abierta para dejar a la vista una camiseta debajo.
La idea no es ni mucho menos novedosa ni tampoco nada compleja de ejecutar y puede que por eso se ha puesto en práctica tanto últimamente. No hay hombre al que le interese la moda al que no hayamos visto en las últimas semanas lucir en al menos una ocasión esta fórmula.
La hemos visto en verano con diseños propios de los meses de calor con estampados de lo más coloridos, también con versiones lisas tipo bowling y con modelos hawaianos y ahora ha empezado la época de las piezas de manga larga en las que tanto las de algodón como las de tejido vaquero o de pana parecen elementos ideales para acompañar cualquier camiseta básica. Porque no debemos olvidar que este truco de estilismo requiere de una correcta elección y conjunción de ambos elementos. Por un lado la camisa –en ningún momento estamos hablando de la bautizada como 'shacket' o sobrecamisa por mucho que pueda llevar a confusión– y, por el otro, la camiseta de color blanco ya sea de manga corta como de tirantes.
Cuándo y cómo apostar por este dúo
Llevar la camisa abierta con una camiseta debajo es algo muy simple y, sin embargo, requiere de cierta complicación a la hora de llevarlo a la práctica. Primero porque no se puede utilizar siempre que se quiera y segundo porque para que verdaderamente funcione es imprescindible que se elijan bien las prendas y se coloquen de cierta manera.
Sobre la cuestión del cuando no hay debate posible: esta ecuación, por cómoda que te resulte, solo se acepta en el terreno informal. Olvídate de llevarlo con traje o en momentos que exijan seriedad, debe ser siempre un contexto desenfadado en el que vayas a moverte.
En lo que respecta al cómo sí que hay más lugar para la experimentación. La creatividad, como en cualquier caso en el que hablamos de moda, es la que manda, por lo que puedes probar a dejar solo a la vista la parte del escote, abotonar simplemente el centro o incluso alternar las aberturas de forma estratégica.
Aunque, si el objetivo es ser fiel a la tendencia, no hay más que llevar la camisa en cuestión abierta por completo dejando a la vista una camiseta interior que debe ser siempre de color blanca para replicar lo que los insiders llevan haciendo desde hace tiempo.
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Un último detalle a tener en cuenta es con qué combinarlo. Dado que el código de estilo habla de su uso exclusivo en ambientes relajados, sus mejores compañeros serán unos vaqueros o unos pantalones tipo cargo. Los amantes de los estilismos más urbanos también pueden probar con algún jogger o un pantalón ancho y siempre con alguna zapatilla o bota como remate final. Las mezclas, por limitadas que parezcan, pueden ser infinitas.
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