¿Por qué las sobrecamisas son la prenda más buscada?

Para que seas declarado oficialmente el trendy del grupo tendrás primero que hacerte bien a la idea de cómo es y, si te gusta, hacerte con una. Esto último es bastante probable que ocurra porque es una pieza distinta, muy original y práctica para esta época del año en el que el layering -vestir por capas suena, de nuevo, demasiado largo- es lo que pide el clima y lo que pide el cuerpo.

No es una camisa que llevas abierta. La shacket es una prenda diseñada específicamente para ser una segunda capa. Y eso se nota en el corte, holgado y confortable , muy relajado, que evita esas apreturas típicas de las camisas, sobre todo en las mangas, que no respiran porque no están hechas para ser llevadas con camisetas de manga corta debajo. Esto, a su vez, se nota también en la transpiración, que no sería la primera vez que una sobrecamisa colapsa la zona de las axilas hasta crecer un lago alrededor de esta en forma de mancha de sudor. La shacket cuenta con ello y se nota en el resultado final porque aprovecha de forma natural el vuelo que la sobrecamisa genera por el simple hecho de mantenerse abierta.

Además, es ligeramente más gruesa, y eso ayuda a combatir el frío en la segunda mitad del otoño e incluso en invierno si la acompañas, lógicamente, de un abrigo de plumas o una parka, por ejemplo.

La limitación que tienen las shacket tiene que ver con el estilo, ya que sus líneas invitan a llevarla en clave informal . No deportiva -salvo alguna excepción que puede funcionar con joggers, como las shacket con cierre de cremallera-, que no es lo mismo exactamente, pero sí en looks de fin de semana, para que se entienda rápidamente la idea. Con deportivas, jeans o chinos rectos cuyo diseño vaya en la misma línea, ya sea porque se ajuste a la cintura con cordón, porque apoye sobre el calzado o por cualquier otro detalle que acentúe esa sensación de confort y relax que emana de la shacket.

A poquito que te des una vuelta por el catálogo de tus firmas favoritas verás que abundan. Es así hasta el punto de que en algunas firmas tienen hasta su propia categoría dentro de moda masculina, por lo que no tienes que volverte loco buscando en chaquetas ni en camisas. La variedad de diseños es grande, pero todas tienen en común esa seña de identidad de la moda relajada e informal . Por eso, abundan los dibujos lisos o con estampado de cuadros, tipo camisas de leñador, y también hay muchas que juegan con los bolsillos y los cierres, alternando botones con cremallera.

Puedes encontrar algunas que te recuerden más a las chaquetas saharianas o militares, con hasta cuatro bolsillos en su parte frontal; otras que se acerquen más a las camisas vaqueras clásicas, con doble bolsillo frontal; también te recordarán algunas a la chaqueta denim conocida como sherpa porque están decoradas con borrego en su interior .

Las hay también que se asemejan a las camisas de pana y alguna casa se ha atrevido a fabricar modelos en piel, más sofisticados, pero no son mayoría.

En cualquier caso, la clave para que funcione una prenda tan práctica en el otoño es rodearla de forma adecuada, y para ello nada como una camiseta básica de cuello redondo, unos pantalones cómodos, y zapatillas, que pueden ser tanto de bota por ejemplo, como de caña baja. Las shacket, además, se llevan muy bien con los accesorios de otoño, desde las riñoneras, bolsos y mochilas hasta las gorras.