Cinco sencillas fórmulas para vestir para la oficina
Memoriza bien estas combinaciones porque te garantizarán el ir elegante cada día de la semana sin tener que pararte a pensar delante del armario
La única prenda que necesitas para volver a la oficina

La intención es buena. Llega el lunes y, a modo de buen propósito, decides elegir con esmero las prendas que vestir para ir a la oficina. El martes te cuesta un poco más pero te esfuerzas por tratar de mostrar algo de creatividad. En cambio, según se va acercando el miércoles, ya se te ha hecho bola el plantarte de nuevo delante del armario para elaborar cualquier look.
Sabemos lo frustrante que puede ser no cumplir objetivos en plena rentrée, de modo que hemos decidido echarte una mano para darte cinco ideas, una para cada día de la semana –contamos con que, si tu jornada laboral se extiende al sábado y al domingo, no tienes que cumplir ningún código de estilo determinado– con las que no tendrás que dar demasiadas vueltas a la hora de decidir qué ponerte por las mañanas.
Basta con que te estudies bien si hay o no alguna exigencia de vestimenta en tu entorno laboral y, si no existe, vayas alternando entre estas cinco sencillas fórmulas con lo que ya tengas por casa y logres así ir bien vestido a trabajar bajo cualquier circunstancia sin tener que esmerarte demasiado.
1

Traje clásico
Un clásico por el que muchos no están dispuestos a pasar pero que a otros tantos no les queda más remedio teniendo en cuenta que están obligados a ello es el traje. En su «pack» tradicional, con camisa, corbata y zapatos, sirve de comodín porque no hay forma de fallar con él si tienes la combinación de prendas bien estudiada.
Recuerda, eso sí, que el hecho de que sea una opción habitual no significa que tenga que ser puesta en práctica siempre de la misma forma. Puedes alternar el calzado, jugar con una corbata más o menos fina, atreverte con distintos tipos de camisa y, por supuesto, ir variando con el traje tanto en colores como en patrones. Solo con probar un día con uno entallado y otro con uno ancho y cruzado ya parecerá un look completamente distinto.
2

Pantalón de pinzas, camisa y jersey
Para esos días en los que buscas formalidad pero no en exceso, este es otro combo sencillo que puede sacarte del apuro. Y no solo para ir a la oficina. Solo por el hecho de no llevar una americana ya se postula como un esquema mucho nos rígido que el del traje y por tanto, mucho más cómodo.
Además, pese a estar formado por prendas clásicas, estas no se presentan siempre con la misma forma, lo que significa que no tiene que ser para nada una idea aburrida. ¿La mejor manera de llevarlo en el 2023? Con unos pantalones de pinzas pero de silueta ancha como los que serán tendencia este otoño.
3

Chino, camisa y cardigan
Otra mezcla a la que seguro has recurrido más de una vez es a la formada por un pantalón tipo chino acompañado de una camisa y una chaqueta de punto. Lo principal en este caso es elegir un pantalón que no se vea excesivamente informal, y para ello hay que poner el foco tanto en su corte –mejor rectos y con bolsillos traseros con ribete en lugar de que sean en plastrón– como en su color –este, preferiblemente, caqui, marrón o azul marino–.
Tras hacer una buena elección de parte inferior, en la superior puedes permitirte más licencias con la camisa con estampado de rayas o cuadros así como con el cardigan, el cual puede buscarse más o menos largo o ajustado en función de tus gustos.
4

Traje con zapatillas
Volvemos al traje, pero esta vez desde un prisma nada estricto porque la propuesta es acompañarlo de unas zapatillas. Por eso lo primero a considerar es si tu empresa y tu puesto te permiten tomarte esta licencia estilística porque esto es algo que no suele se aceptarse bien en determinados ámbitos como por ejemplo el del derecho o el financiero.
El el caso de que sí puedas cumplir con la etiqueta que se conoce como 'casual business' debes centrar tus esfuerzos en un traje que sea adaptado a los nuevos tiempos y buscar unas sneakers que no sean excesivamente llamativas para no pasarte de frenada. También puedes aprovechar para renunciar a la camisa y cambiarla por una camiseta lisa blanca o negra si quieres lograr un punto aún más fresco.x
5

Polo y americana
La última de las fórmulas fáciles a las que recurrir para ir a la oficina es aquella en la que figura el polo como elemento principal. Esta es una de esas prendas que está a camino entre lo casual y lo formal por su diseño y porque cada vez se declina en más tejidos que no son solo el algodón, y justamente por eso es capaz de adaptarse a múltiples contextos y situaciones con éxito.
La característica principal del polo es su cuello en pico doblado que suele ir acompañado de tres pequeños botones y es en lo que habrá que poner el foco ya sea para lucirlo bajo un jersey como con una americana por encima para darle un mayor empaque. Puedes incluso llevarlo con un traje al completo, lograrás un gran resultado.
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