Rescatan a una familia de un velero tras el ataque de un grupo de orcas frente a las costas de Portugal

La alerta fue emitida por radio al Centro de Búsqueda y Salvamento Marítimo de Lisboa, que movilizó de inmediato un dispositivo conjunto con la Fuerza Aérea. Según el comunicado oficial, las cinco personas rescatadas eran una familia: un matrimonio y sus tres hijas menores.

La familia viajaba a bordo del Ti'fare, un velero de 11 metros de eslora con bandera francesa, cuando las orcas embistieron contra la embarcación. Apenas tuvieron tiempo de pedir auxilio por radio antes de que el velero comenzara a hundirse. Un barco de pesca portugués que se encontraba en la zona acudió al rescate y logró mantenerlos a salvo hasta la llegada de un helicóptero de la Fuerza Aérea, que los trasladó a la base aérea de Montijo. Allí fueron atendidos y posteriormente llevados al hospital de Barreiro, aunque ninguno presentaba heridas.

El viaje, que había comenzado como una aventura soñada, empezó el 29 de septiembre en la costa atlántica francesa. Habían hecho paradas en A Coruña y Oporto antes de continuar rumbo sur, hasta que el encuentro con las orcas convirtió la travesía en una pesadilla.

No es la primera vez que las orcas atacan veleros frente a la costa portuguesa. Según la Autoridad Marítima Nacional, en lo que va de año se han registrado 61 avisos de navegantes por interacciones con orcas, una cifra superior a la del año pasado. Los especialistas apuntan que estos cetáceos aparecen en busca de atunes, pero cada vez se observan fuera de su temporada habitual.

El biólogo marino Rui Rosa, de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa, explicó a Euronews que el comportamiento de las orcas, que pueden alcanzar hasta 11 toneladas de peso, «se asemeja más a un juego que a un ataque real». Según Rosa, si los animales quisieran dañar de forma intencionada a las embarcaciones, «el impacto sería mucho más violento, de otra escala».

Las orcas se sienten especialmente atraídas por el timón de los veleros. «Lo perciben como un objeto que se mueve y despierta su curiosidad. Es un juego de tira y afloja. Como el timón controla la dirección del barco, ellas empujan, provocando que el velero pierda el control», detalla el investigador. Este comportamiento, que comenzó a observarse en 2020, se ha ido extendiendo entre diferentes grupos de orcas a lo largo del Atlántico ibérico. Los científicos creen que, debido a su inteligencia y capacidad de aprendizaje social, las orcas jóvenes imitan lo que ven hacer a otras, lo que explicaría el aumento de estos incidentes.

En septiembre, otro velero naufragó frente a la costa de Caparica, al sur de Lisboa, también tras una interacción con orcas. En 2023, el Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF) prohibió a las embarcaciones turísticas acercarse a grupos de orcas para reducir riesgos.

Las autoridades recomiendan que, si un grupo de orcas se aproxima a una embarcación, se debe detener el motor, soltar el timón y evitar los movimientos bruscos, para disminuir el interés de los animales y permitir que se alejen por sí solos.