El obispo excomulgado publica un vídeo de la celebración con la que las clarisas agradecen haberse «sometido» a su jurisdicción

Según el texto que acompaña el vídeo, el motivo de celebración del tedeum -el solemne himno que utiliza la Iglesia como acción de gracias- está motivado «por la primera Misa celebrada el día 13 de mayo de 2024, por S. Ilma. Rvdma., desde que entró en vigor el inválido Novus Ordo Missae (N.O.M.) el día 03 de abril de 1969». De esta forma, De Rojas corrobora que ya desde el mismo lunes ha celebrado la misa en latín, de acuerdo al rito tridentino. Además, el texto señala que la celebración está causada «por haber abrazado, la comunidad de Clarisas de dicho monasterio, la Fe Católica, abjurado de los errores de la iglesia conciliar, y someterse a (sic) mencionado Obispo Católico».

En el texto no falta la petición de donativos para la Pía Unión, acompañada por la indicación de que no se marque la X en el IRPF en la casilla de la Iglesia católica «ya que ese dinero va destinado para la 'iglesia conciliar' o 'secta del conciliábulo'», explican.

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José Ramón Navarro-Pareja

En las imágenes, tomadas desde la parte exterior de la clausura se puede ver a una decena de religiosas mientras entonan el Te Deum. En el altar, el autoerigido superior de la comunidad, el obispo De Rojas, revestido con casulla romana, es asistido por el cura barman, Fran Ceacero, que le acerca el incensario para que lo bendiga. Entre el público, fuera de la zona de clausura y en la parte del Evangelio, se encuentran algunos de los familiares de las religiosas. El que hombres y mujeres aparezcan juntos en la celebración -un hecho que el obispo cismático critica en su página web como una degradación de la liturgia católica después del Concilio Vaticano II- hace ver que ha relajado sus exigencias una vez que se ha hecho con el control 'de facto' del convento.

Las imágenes se corresponde con una fotografía que las religiosas habían colgado en su nueva página web la semana pasada en un apartado denominado «Fotos misa». Además de esa imagen, la clarisas han ido añadiendo otras fotografías en las que se ve a De Rojas celebrando la misa en el altar de la capilla principal del convento en varios días distintos.

Según contaba la semana pasada sor Amparo, la religiosa que decidió abandonar el convento ante la deriva cismática tomada por la comunidad, el domingo 12 de mayo por la tarde, todas las religiosas fueron reunidas en el locutorio del convento y allí De Rojas «se presenta diciendo que es obispo de no sé qué», explica la clarisa. Según narra, les dijo: «Desde ahora, yo soy el superior, el que manda en la comunidad, y ustedes están bajo mi jurisdicción». Sor Amparo añade que se levantó «y le rebatí bastante», para reivindicar que en realidad se encontraban «bajo la jurisdicción de D. Mario. Él es el sucesor de los apóstoles para la Archidiócesis de Burgos».

El debate entre el falso obispo católico y la religiosa continuó durante un rato, según explica esta última. «Él me dice que 'eso no vale para nada, no existe' y más burradas contra la Iglesia. Yo por nada del mundo salgo de mi Madre la Iglesia y por nada del mundo dejo mi obediencia al sucesor de San Pedro, que en este momento es el papa Francisco», añadía en una entrevista publicada por el Diario de Burgos. «Estuvo intentando convencerme, pero estuve muy firme.

Le dije también que no era lícito plantear este asunto sin haber tenido una reunión del capítulo, y me dijo que era una decisión que «estaba tomada desde hacía mucho tiempo y que todas estaban de acuerdo». Yo le dije que sor Pilar y yo no sabíamos nada, y las mayores tampoco, y me respondió que, con que hubiera una mayoría era suficiente. Al final, me dijo que, si yo no aceptaba estar bajo su jurisdicción, tendría que marcharme. Así de tajante».

Y así ocurrió, unos días después, la religiosa abandonaba el convento. «He estado tres días sin misa y sin nada, y decidí que así no se podía estar. He sufrido una vigilancia total para que no pudiera hablar con las hermanas mayores. No me han dejado despedirme de ellas. Igual ni saben que ya no estoy allí. Fue una decisión firme: tenía que salir. Sobre todo, para no pertenecer a esta secta, por nada del mundo. En ese ambiente ya no se podía estar», explicaba sor Amparo.