Sanidad edita una guía para reducir el impacto laboral de la pandemia

3. Asignación de fondos para proteger al personal y a los clientes (poniendo a su disposición material higienizado).

4. Formar e informar a los trabajadores (sobre la importancia de lavarse con frecuencia las manos y estornudar en un pañuelo y desecharlo luego, por ejemplo).

5. Coordinar los esfuerzos con otras organizaciones (en especial sanitarias).

La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, presentó ayer una guía dirigida a empresas y centros de trabajo para que sepan cómo afrontar la pandemia de gripe A en fases avanzadas. Se trata de una herramienta marco útil, pues cada compañía deberá desarrollar sus propios planes de actuación en función de su especialización y dimensión. Deberán abordar de forma distinta «un eventual incremento del contagio y, por tanto, del absentismo laboral», señaló Jiménez.

Los aspectos que se refieren a la prevención de la infección y a la atención sanitaria de los trabajadores no forman parte esencial del manual, aunque se contemplen algunos de sus aspectos, ya que atañen en exclusiva a los servicios de salud.

«En esta crisis de salud pública era importante, además de proteger la salud de las personas, asegurar el menor impacto posible en la actividad económica de las empresas o centros de trabajo, para que puedan, por un lado, salvaguardar su actividad y por otro, a las personas que trabajan en ella», comentó Jiménez.

La información ofrecida por Sanidad ha sido elaborada de manera consensuada con los agentes sociales y el Ministerio de Trabajo a partir de las recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud). «Nuestra obligación es mitigar el contagio», aseguró la ministra. Y enumeró las actuaciones que está llevando a cabo: vigilancia permanente, previsión de las vacunas necesarias, preparación de las estructuras asistenciales sanitarias adecuadas de cara al otoño y acciones en los centros educativos.