El restaurante «de rojos» que quiere montar Pablo Iglesias: «A algún sitio tendrán que ir los pobres de Bildu»

En una de sus apariciones en su canal, Iglesias le confesó a Willy Veleta, uno de sus reporteros estrella, que está trabajando en un proyecto que poco o nada tiene que ver con lo que ha hecho hasta ahora: quiere montar un restaurante.

«¿Es cierto el rumor que corre que vas a montar un restaurante para 'rojos'?», le pregunta el reportero, a lo que Iglesias contesta que es «completamente cierto». No consta que Iglesias tenga algún conocimiento sobre gestión de un establecimiento de hostelería, o si tiene dotes culinarias suficientes como para crear una carta de platos que ofrecer a sus eventuales clientes, pero ese no es el objetivo.

«Vamos a montar un restaurante, un bar-restaurante. Vamos a montar un sitio donde podamos ir nosotros a tomar cervezas. Va a ser una cosa viejuna, donde podamos hacer los guisos que a nosotros nos gustan. La cosa es el nombre, que seguimos discutiendo cómo se puede llamar», admite en el corte del momento que se ha viralizado.

Aunque no está claro si este proyecto va a nacer de verdad o simplemente es una idea loca que se va a quedar en el tintero, está claro que ya es una conversación recurrente en la redacción de Canal Red.

El Red-Taurante, Chef Guevara o Unidas Comemos son algunos de los que han manejado la pandilla de Iglesias en sus charlas al respecto.

Más allá del nombre, el objetivo es atraer a los fans de su persona. Quieren «un sitio donde la gente además pueda ver y conocer a la gente que trabajamos en Canal Red, comiendo y bebiendo que es lo que nos gusta también». No faltó el recado a la derecha: «Tendremos que ponerle vallas para que los fachas no nos lo quemen».

Ya tiene pensado incluso el público objetivo: «A algún sitio tendrán que ir los pobres de Bildu para salir por las noches. Esos gastan mucho dinero. Con eso financiamos el restaurante».

Aunque lo dice en tono humorístico, vistos los giros de guión que ha dado la vida de Pablo Iglesias no sería de extrañar que, finalmente, se atreva a hacerlo. Queda por ver si finalmente lo hace y, de ser así, dónde va a estar ese recinto que, seguro, va a levantar mucha expectación.