Una española que vive en Noruega, impactada sobre cómo su hija hace la siesta la escuela infantil de allí: «No es como imaginas»
Carmen quedó sorprendida por la manera cómo duermen a los niños y cómo juegan
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Una española que vive en Noruega enseña cómo es la escuela infantil de su hija allí: «No es como imaginas»
Muchos españoles acaban emigrando, o como mínimo planteándoselo, a Noruega en busca de una mejor calidad de vida. Es sabido que allí se puede encontrar un alto nivel de bienestar gracias a los buenos salarios y ritmo de vida en una región ... con buenos sistemas de salud y educación. Su entorno natural, que para nada tiene que ver con la realidad ajetreada de muchas ciudades de España, es otro de sus factores determinantes.
Carmen y su familia acaban de mudarse precisamente allí. Estos andaluces trabajaban como autónomos en Andalucía y tras la llegada de su hija decidieron dar un giro radical a su vida. Su marido Germán llegó antes a su nuevo destino y ya está trabajando allí y desde hace unos días Carmen está empezando la andadura con la pequeña Marta.
Uno de los aspectos que más le preocupaba, seguramente, era la adaptación de una niña, de poco más de un año, a una nueva vida y cultura y por eso nada más llegar la pequeña ya ha empezado a ir a una escuela infantil. Sorprendida por cómo es, Carmen acaba de subir un vídeo a su TikTok (@unabodamagica) enseñando los choques culturales que ha vivido y la publicación supera las 236.000 visualizaciones.
«Haga el tiempo que haga»
«La escuela infantil en Noruega no es como te imaginas», asegura ella al inicio del vídeo, mientras graba el aspecto de la guardería, que a priori es un edificio típico de allí, hecho de madera oscura. Carmen destaca, en primer lugar, que «todas tienen mucho espacio exterior para jugar» y confirma una de las teorías más extendidas: «en Noruega, haga el tiempo que haga, los niños juegan fuera».
Eso sí, puntualiza, lo hacen «bien equipados de ropa». Y las imágenes corroboran que están preparados para ello, puesto que hay colgadores específicos de pared para que cada niño tenga su ropa de nieve. «Todos tienen su perchita y también hay un zapatero con todas las botas de agua», remarca la mamá primeriza. Así de equipados salen al arenero.
Carmen enseña que también tienen zonas comunitarias para jugar dentro, donde hay, entre otros juegos, paneles con juguetes sensoriales. «A las 12 comen y luego echan su siesta», incide ella, que explica sorprendida con el 'modus'. Así confirma la práctica que alguna vez se ha viralizado por redes y explica que «ponen a cada niño en su carrito y lo sacan fuera. Sí, la siesta es en el exterior».
«¿Dejaríais que vuestros hijos durmieran fuera?», acaba ella su publicación, tras haber confirmado que en su primer día en la escoleta acabó durmiendo «plácidamente». «Lo de las siestas fuera no consigo entender», comenta una tal Jennifer, en un apunte que ha recibido muchas reacciones, entre ellas varias que confirman que es algo que se hace «para fortalecer el sistema inmunológico».
Además, una internauta que precisamente trabaja en una escuela infantil en Noruega revela que «todos los días» sacan a los niños a jugar afuera, «sin importar el tiempo». «Jugar afuera ofrece ventajas físicas, emocionales y sociales significativas para los niños, incluyendo el desarrollo de la motricidad gruesa, la mejora del sistema inmunológico, el fortalecimiento de la autoestima y la creatividad, y el aprendizaje del trabajo en equipo y el respeto por la naturaleza. Pura vida», detalla. Su explicación también ha gustado mucho.
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