Cristiano, dos goles, mecherazo y charla con Manquillo

Fue el final de un derbi extraño desde el principio. Todo comenzó con un duelo que se convirtió en blanco muy pronto. Modric dirigió el fútbol madridista con toque y distinción. Bale demostró su clase con destellos de clase como la jugada del segundo penalti. Y Cristiano volvió a ser letal en el estadio Calderón. En 2011 sentenció los cuartos de final de la Copa con el único tanto del partido (0-1). La temporada pasada anotó tres golazos en la amplia victoria liguera por 1-4. Y anoche provocó la primera pena máxima, derribado por Manquillo, y remató los dos penaltis del partido con una sabiduría de genio.

Los dos lanzamientos los colocó por su lado izquierdo. Aranzubía se lamentaba. Lo feo es que el Balón de Oro recibió ese mecherazo en la cabeza cuando Undiano había señalado el intermedio. El delantero soportaba las iras de la afición local después de un choque con Manquillo que supuso la amonestación del portugués y el susto del defensa, que sufrió el mencionado esguince cervical. Sucedió poco antes del final del primer tiempo.

Cuando Undiano señaló el descanso, Ronaldo se interesó por su marcador, que abandonaba el césped acompañado por el doctor Villalón. Y al dirigirse al túnel de su vestuario, en pleno diálogo con Ramos, recibió el impacto del mechero. Cayó al suelo, ante el miedo de Sergio. Afortunadamente no fue grave. Esos golpes de objetos son muy peligrosos, especialmente si alcanzan una sien.

Cristiano regresó al césped en el segundo tiempo. Disputó otra media hora. Undiano reflejó la agresión en el acta. El hecho será juzgado por el Comité de Competición. Y Ronaldo volvió a dialogar con Manquillo cuando todo había acabado, para confirmar que se encontraba bien.

Casillas estaba aún mejor. Sumó su vigésimo sexto derbi sin perder (desde 1999) y lleva 862 minutos imbatido. Sus palabras eran de capitán: «El energúmeno no representa a la afición del Atlético, que es ejemplar».

Paliza a un seguidor blanco. El técnico madridista, Ancelotti, estuvo caballero y no se refirió a la agresión: «Hemos jugado bien esta semifinal». Hizo reaparecer a Varane, que era feliz por su reaparición: «No jugaba desde hace tres meses y he sentido buenas sensaciones».

La peor de las noticias volvió a vivirse en las gradas. Un aficionado del Real Madrid sufrió una paliza, a patada limpia, por parte de varios radicales del Atlético. La Policía investigó y detuvo a dos de los culpables.