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COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL

La contable del naufragio

Su liderazgo es más un ejercicio de contabilidad emocional que de política real

Yolanda Vallejo

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María Jesús Montero pretende instalarse en la política andaluza como quien se sienta en un viejo sillón heredado de la abuela, sin cuestionar demasiado su estado, convencida de que, aunque la tela esté gastada y los muelles vencidos, aun le servirá para regresar como hija ... pródiga de un socialismo que ya no es lo que fue, pero que ella imagina eterno. Su liderazgo –si es que pudiera llamarse así- es más un ejercicio de contabilidad emocional que de política real. Acostumbrada a cuadrar las cuentas que nunca cuadran, y a defender lo indefendible, cree que su fidelidad al sanchismo será suficiente para aplicar en Andalucía la misma alquimia retórica que practica en Madrid. La líder socialista que habla de regeneración y de compromiso sabe que cada vez que estalla un escándalo –un día sí, y otro también- tiene que encalar la fachada como si el problema fuese la noticia y no las grietas de su partido, y actúa como la contable del naufragio: revisa cifras, ajusta conceptos, reinterpreta decisiones y maquilla responsabilidades intentando envolver en celofán la confianza perdida en una región que ya no compra historias tan viejas y tan usadas.

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