Suscríbete a
ABC Premium

Un gesto luminoso

Algún día, decía Haro, la humanidad verá el aborto como hoy los sacrificios humanos

Hermann Tertsch

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Con pocas personas he tenido yo mayores diferencias políticas, ideológicas y de carácter que con Eduardo Haro Tecglen. Recuerdo aún aquel día en que llegó a mi recién estrenado despacho, para intentar convencerme con humildad impostada de que en realidad pensaba igual que yo en ... muchas cosas y quizás yo había entendido mal algunas de las más vitriólicas invectivas que me había lanzado en años anteriores. Pretendía realmente perpetrar ese sinsentido que es disculparse por desavenencias de opinión. Y lo hacía por miedo. Intenté tranquilizarle. Le animé a seguir polemizando conmigo aunque yo fuera el nuevo subdirector y jefe de Opinión. Le dije lo que quería oír: que nadie iba a cuestionar su columna diaria. Cuando, minutos después, le contaba lo sucedido a quien conocía a Haro Tecglen como pocos, Javier Pradera, este me dijo: «Desde que sabe de tu nombramiento está aterrado. Piensa que vas a hacer con él lo que él haría contigo».

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia