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Soleá de la unesco

Hoy se cumplen diez años de la declaración del flamenco como Patrimonio y todo sigue peor

Alberto García Reyes

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Diez años después, todo sigue peor. La declaración del flamenco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco fue una triste pamema política. Un vacuo lavado de conciencia tras décadas de desprecio y abandono. La Junta de Andalucía quiso resolver con fuegos artificiales los ... muchos años de incompetencia en la divulgación de una expresión cultural que nunca ha necesitado a las autoridades para abrir los mejores teatros del mundo. Y en su estrategia para quedar bien con los artistas y aficionados puso al flamenco a competir con el silbo gomero y la «patum» de Berga. Tal cual. Nos vendieron el titular sin contarnos que la lista en la que nos habían apuntado era la de las tradiciones en peligro de extinción.

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