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La Alberca

El dictador Sánchez

El sectarismo honra a los medios vetados y humilla a los invitados

Alberto García Reyes

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Cuando Rajoy peroró a través de un pantallón de plasma, momento cimero de su paulatina transformación en holograma político, Pablo Iglesias lo calificó de «impresentable» y Pedro Sánchez denunció una «falta de respeto a los ciudadanos». Aquel primer desprecio del marianismo a la labor de ... los medios de comunicación fue caballo de batalla de la izquierda durante meses. Lo bautizaron como 'el tío del plasma'. Pero ya se sabe que los políticos corren detrás de los periodistas cuando están en la oposición y delante cuando están en el gobierno. Sánchez, tan aficionado al plagio, le copió a Rajoy el invento y le hizo una aportación personal para perfeccionarlo. En sus homilías sabatinas de la pandemia puso a un esbirro a seleccionar las preguntas por 'Zoom' al estilo Chimo Bayo: esta sí, esta no, esta me gusta, me la como yo. Luego vimos al socio Rufián herrar en su cuadra a un periodista que le preguntó sobre la 'ley Mordaza': «No participamos de burbujas mediáticas de la ultraderecha». Este fue el paso más descarado en el proceso iniciado por Iglesias años atrás: «Me gustaría que me nombraran director de una televisión pública tomando como referencia lo que han hecho en Ecuador y en Venezuela».

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