Suscríbete a
ABC Premium

cardo maximo

El escándalo de la cruz

Ahí está el que nuestra sociedad no llega a comprender: la persistencia del padecimiento como el reverso de la moneda de nuestra existencia

Javier Rubio

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Algo bueno ha tenido la protesta naïf del «activista» del Museo en la noche del Lunes Santo porque ha devuelto la cruz al sitio que nunca había perdido: es escándalo para los judíos, necedad para los gentiles, a decir de San Pablo. Que un tipo ... proteste por la exaltación de un instrumento de tortura crudelísimo como era el patíbulo en el que los romanos ajusticiaban a esclavos y pueblos sometidos pero nunca a ciudadanos romanos es señal de que no ha entendido nada de lo que significa la cruz. Iba a decir que es culpa de nosotros, los que nos llamamos cristianos, por no haber sabido explicarle el mensaje implícito de amor que cuelga del madero reverdecido, pero no caeré en esa tentación de creer en las propias fuerzas antes que en el soplo del Espíritu Santo: a saber cómo se las va a ingeniar el Paráclito para hacerle ver a ese pobre hombre de la pancarta que no se trata de una exaltación del tormento físico sino de un canto de amor de quien ha seguido la voluntad del Padre hasta abrazar el sacrificio expiatorio.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia