LA ALBERCA
7291 infamias
El documental sobre la pandemia en Madrid de TVE es una vileza que usa un drama humano con fines políticos

El documental que ha hecho TVE sobre la pandemia en Madrid es uno de los más groseros panfletos propagandísticos de nuestra historia. El relato sanchista se ha empeñado en reducir aquel drama a la supuesta gestión dolosa de Isabel Díaz Ayuso en las residencias durante ... los peores estragos del Covid. Por los visto, sólo murió gente en la Comunidad de Madrid en aquel tiempo infausto. El argumento de este bodrio lacrimógeno pagado con nuestro dinero es que Ayuso activó un protocolo que abandonaba a los ancianos en las residencias y les negaba la asistencia hospitalaria. Más allá de que es mentira cochina que este protocolo sólo se aplicara en Madrid, el escándalo radica en el uso político de una catástrofe humanitaria que cada cual gestionó como pudo. Con errores, obviamente. Pero sin mezquindad. El intento del sanchismo de presentarnos a la presidenta madrileña como una bruja maligna que acariciaba su gatito mientras veía morir octogenarios es uno de los ardides más vomitimos que puedan imaginarse. Sobre todo porque proviene de un Gobierno que nos contó que las decisiones de las mascarillas y el confinamiento las tomaba un comité de expertos que nunca existió. Un Gobierno que puso de portavoz del drama a un señor que nos dijo que en España sólo habría tres o cuatro casos. Un Gobierno que tenía dentro una trama alrededor de Koldo, que era el asesor del número dos del PSOE, que compró mascarillas a empresarios que jamás se habían dedicado a ese negocio pagando dinerales. No está para dar lecciones, desde luego, este aparato gubernamental que usa los recursos públicos para abatir a los rivales políticos, desde la mismísima Fiscalía General del Estado a TVE.
El documental '7291', que hace referencia al número de fallecidos en Madrid, es una tomadura de pelo a los españoles, que sufrimos aquella pandemia con mucha incertidumbre, desesperación y también firmeza. Todos perdimos familiares cercanos en el cataclismo del Covid. Todos nos quejamos en aquel momento de la falta de recursos para combatir el virus. Y todos los presidentes autonómicos de cualquier signo político hicieron lo imposible por ayudar. Unos acertaron más y otros menos. Y se debe contar con rigor periodístico. Sin verdades parciales. Con toda la verdad sobre la mesa. Pero reducir las consecuencias de aquella situación límite a lo que ocurrió en la Comunidad de Madrid es propaganda miserable. Quienes tratan de documentar la mezquindad de Ayuso son los únicos mezquinos aquí. La presidenta madrileña se equivocó. El catalán también. ¿Quién no? Tuvieron que decidir en condiciones extremas. Juanma Moreno, García Page. Todos intentaron salir del atolladero con mayor o menor tino. El propio Pedro Sánchez se equivocó retrasando el confinamiento hasta después del 8-M. Por eso esta bazofia televisiva manosea a los 7291 fallecidos en Madrid y maltrata al resto de los españoles. Porque si quien intenta sacar beneficio en un terremoto es un saqueador, quien lo busca en una pandemia es un demonio.
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