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UNA RAYA EN EL AGUA

La ortodoxia derrotada

Para Calviño, la salida a Europa es un alivio. Estaba incómoda en un perfil político combativo que no iba con su estilo

Jo Ta Ke (29/12/2023)

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Ignacio Camacho

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De los frecuentes pulsos que dentro del Gabinete ha librado Nadia Calviño con Yolanda Díaz, como antes con Pablo Iglesias, casi todos los ha perdido ella. La razón es bien simple: sin Podemos ni Sumar no habría Gobierno ni vicepresidencia. Sánchez la nombró porque quería ... que su experiencia y contactos en Bruselas sirvieran para tranquilizar al alto empresariado y a las instituciones europeas, pero a la hora de hacer política concreta nunca puso reparos –ni siquiera en la ley del sí-es-sí, ay– a los proyectos de sus aliados de ultraizquierda. La (supuesta) ortodoxia económica y financiera de Calviño funcionó sólo a medias: logró sortear la supervisión externa pero el gasto clientelar y las derramas subvencionales han desbordado los límites de déficit y aumentado (hasta el 112 por ciento del PIB) la deuda. Y los socios han obtenido cada vez que han querido el visto bueno de Hacienda para crujir a impuestos a la clase media, los autónomos, la banca y las compañías energéticas.

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