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El mensaje revolucionario del bien común

La tragedia de la dana fue el hilo conductor de las palabras del Rey, bien asentadas en el conocimiento directo y personal de los estragos causados por las riadas

Editorial ABC

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El Rey, como Jefe del Estado, no es súbdito de ningún Gobierno, sino de la Constitución y de la Nación a la que sirve. Y es la Constitución la que delimita los ámbitos en los que el Monarca y el Poder Político actúan con la ... correlación del refrendo gubernamental, sin menoscabo de la configuración representativa y arbitral que igualmente la Constitución atribuye al Monarca en su condición de primera magistratura del Estado. En esta condición propia que el orden constitucional de 1978 reconoce en el Rey, en cuanto Jefe del Estado, Felipe VI ha asumido compromisos públicos desde su acceso al Trono inherentes a esas funciones de representante del Estado - «símbolo de su unidad y permanencia»-, dice la Constitución- y árbitro y moderador de las instituciones del Estado. Es decir, el Rey tiene su propio espacio público, compatible con aquel en el que ha de aguardar al refrendo del Gobierno.

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