Suscribete a
ABC Premium

TIGRES DE PAPEL

Más solos

La soledad no se repara sino a través de la conversación, el tacto y el camino

Diego S. Garrocho

Esta funcionalidad es sólo para registrados

No hay minoría más vulnerable que la que encarnamos los individuos aislados. Y esa es una minoría absoluta para la que casi nunca hablamos. La vida es soledad, decía Ortega. Una soledad radical. Este rigor lo podemos aceptar desde una perspectiva teórica, pero nos aterroriza ... cuando se impone sin anuncio sobre nuestras horas y nuestros días. Hay, nadie lo duda, una suerte de goce en el retiro y en el aislamiento. Que no nos hablen y que no nos miren puede convertirse, a veces, hasta en un alivio. Pero confrontar la soledad es un placer adulto que aún puede disfrutarse cuando los momentos sin compañía son excepcionales. Por eso ningún niño debería sentirse solo. Por eso sentirse solo se parece demasiado a recordar cómo nos sentíamos solos cuando éramos apenas unos críos.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia