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la tercera

Cándido en Nicaragua

Así se forjan esas dictaduras impolutas que no toleran la disidencia ni la crítica, y que señalan como enemigo interno a quien no se suma al caudal de buenas intenciones de su líder

nieto

Carlos Granés

Hace unas semanas los diarios nos sorprendieron con una noticia anacrónica, que no parecía de estos tiempos sino de un pasado remoto, premoderno. La pareja de autócratas nicaragüenses, Daniel Ortega y Rosario Murillo, acababa de embarcar en un avión a 222 presos políticos que malvivían ... en las cárceles de Managua para dejarlos a la deriva, sin nacionalidad ni derechos, en el mil veces invocado y detestado imperio yanqui. Unos días después, no contentos con ese espectáculo despótico, la pareja sumó otros 94 nombres a la lista de exnicaragüenses despojados de pasaporte y nacionalidad. Y también de bienes, porque la burda charada culminó en una nueva piñata confiscatoria.

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